Iré donde tú vayas

Iré donde tú vayas: Amor fraternal

· Se ve muy bien, el ritmo es adecuado, las actrices consiguen que se pase la mano alegremente por los pequeños fallos y deja un buen sabor de boca.

León es un incorregible optimista: se alegra del diagnóstico, y de que el médico le obligue a comenzar la quimioterapia al día siguiente; así podrá obligar a sus hijas a pasar un tiempo juntas. Tal es el arranque de Iré donde tú vayas: Vali, su hija mayor, cantante y soñadora, tiene una audición para formar parte del coro de Céline Dion. León la iba a acompañar, pero ahora está obligado a pedir ayuda a Mina, su otra hija, una médico con los pies en la tierra. Es la ocasión ideal para conseguir que las dos mujeres vuelvan a hablarse y hagan las paces.

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Iré donde tú vayas cuenta en tono de comedia una historia pequeña pero de gran calado, la importancia de la familia, de superar las rencillas, de abrir el corazón a los seres queridos. Dirige la actriz Géraldine Nakache, hermana de Olivier Nakache (Intocable), y es su primera película en solitario: hace diez años codirigió Todo lo que brilla, comedia que ella misma protagonizó con Leïla Bekhti. El resultado fue positivo. En su opera prima en solitario aprovecha le experiencia y la particular química que tiene con Bekhti, tanto que lo que no es de ellas dos ha sido algo descuidado, en algún caso muy manido, en alguno tiende a la exageración.

Podría haber sido una comedia dramática genial, pero resulta una comedia simpática. Hay secuencias magníficas, hay una bella defensa del amor fraternal, y también hay momentos muy trillados y escenas que tienden a la astracanada. Con todo se ve muy bien, el ritmo es adecuado, las actrices consiguen que se pase la mano alegremente por los pequeños fallos y deja un buen sabor de boca.