Janis y John

Janis y John: Divertida y dinámica

Samuel Benchetrit encarna lo que conocemos como el «artista total» que lo mismo pinta cuadros que escribe novelas, dirige montajes teatrales o rueda películas. Janis y John es su salto al largo después de haber realizado algunos cortometrajes como Nouvelle de la tour L, que le valió un premio en el Festival de Valladolid.

Tal vez lo que impulsó a Benchetrit para realizar esta película fue el haber convivido durante años con la familia de cineastas franceses Trintignant. Como él dice, esta película se centra en el papel de Marie (su mujer en ese momento y madre de sus dos hijos), que interpreta a Brigitte, un ama de casa que no conoce más mundo que el que encierran las paredes de su hogar. Pablo (Sergi López), su marido, lleva una vida rutinaria trabajando como agente de seguros hasta que un día tima a uno de ellos, pero todo cambia cuando roban el coche asegurado y para pagar la póliza tiene que buscar otras víctimas a las que estafar. Christopher Lambert es Léon, un hombre ingenuo, que se quedó «colgado» en los años 70 tras consumir LSD y espera la llegada de John Lennon y Janis Joplin, a los que ha consagrado sus últimos años.

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Pablo resucita a Joplin y Lennon en los cuerpos de Brigitte y Walter (François Cluzet), un actor en paro, para conseguir los 500.000 francos de la póliza, pero lo que menos espera es que sus «criaturas» se le escapen de las manos y comiencen una vida independiente.

Cinta existencialista, aborda con las herramientas de la comedia la soledad de los personajes y ahonda en las cualidades que subyacen en cada uno de nosotros y que frecuentemente ahogamos sin permitir que salgan al exterior. Esta película, la penúltima de Marie Trintignant antes de su trágica muerte, supone el regreso a las pantallas de su padre, Jean-Louis, y un nuevo trabajo en francés de nuestro Sergi López, buen actor donde los haya.

El reparto responde a la idea del director de encontrarse con gente en un ambiente afable y sobre todo familiar: su mujer Marie, su suegro Jean-Louis y el ex marido de Marie, François Cluzet. Benchetrit mezcla sin ningún pudor a los actores, ofreciendo los papeles secundarios a los grandes del cine francés, y descargando sobre los noveles el peso de la historia. El resultado es brillante y dinámico, una película sencilla y cercana, de la que sales con una sonrisa.