Jinetes de la justicia: Profundamente humana

· Crítica de Jinetes de la justicia | Estreno 13 de agosto de 2021.
· Una historia profundamente humana en la que una serie de personajes patéticos comienzan a curar sus heridas del alma.

Víspera de Navidad, una niña pide a su abuelo una bicicleta azul. El vendedor sólo tiene una roja en la tienda pero pedirá una del color deseado que podría llegar a tiempo. Una llamada telefónica y roban una bici azul a una joven que, por ese incidente, tendrá que coger el metro. Su madre decide acompañarla y fallece en el accidente de metro en el que también muere un gánster, que iba a ser el testigo principal de la acusación en un juicio que se celebraría al día siguiente. En el mismo coche viajaba Otto, genial informático, especialista en estadísticas, pero algo desequilibrado, recientemente despedido de su laboratorio de investigación. La historia arranca cuando Markus, militar en Afganistán, recibe la noticia de la muerte de su esposa en un accidente de metro. Markus es seco y colérico. El reencuentro con su hija y el funeral de su mujer no son nada afectuosos. En ese momento Otto y dos amigos suyos, trío de lo más singular, le visitan para explicarle que la muerte de su esposa no fue un accidente sino un acto deliberado, ella habría sido un daño colateral.

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Jinetes de la justicia es una película difícil de catalogar. En realidad no hay que catalogarla. De alguna manera le conviene la etiqueta “nórdica”, con la que últimamente nos regalan todo tipo de narrativas que tienen un componente brutal junto a otro profundamente humano. Jinetes de la justicia es una historia de Anders Thomas Jensen, el guionista de Después de la boda y de Wilbur se quiere suicidar, que vuelve a revelarse maestro de sutilezas. La ha dirigido él mismo, es su quinto largometraje.

A primera vista, máxime viendo el cartel, Jinetes de la justicia sería una historia de “vigilantes”. Tras leer un breve resumen parecería una historia de venganza. Y no es eso. Se trata de una historia profundamente humana en la que una serie de personajes patéticos comienzan a curar sus heridas del alma, comienzan a derribar las barreras que les habían aislado del mundo y de los demás, y se dan cuenta de que tal vez haya algo más en el cielo de lo que la astronomía y las matemáticas nos muestran. El camino de la curación es, curiosamente, brutal, cruel y divertidísimo, plagado de despropósitos y de verdades como puños.

En primer lugar Markus tiene el alma seca, probablemente por experiencias bélicas. Es frío, duro y propenso a la violencia. Su relación con su hija Mathilde es difícil porque él no sabe y, al principio, tampoco desea, enfrentarse a sus demonios. Otto y sus amigos Lennard y Emmenthal son un trío muy especial. Tres genios patéticos, absurdos, asociales. Cuando se les va conociendo se descubre que son personajes interesantes, más aún, entrañables. Eso sí, todos han sufrido mucho física y espiritualmente y ello les ha llevado a la reserva absoluta, a no relacionarse con nadie más. Pero hay que decir también que gracias a la pluma de Anders Thomas Jensen, no son simples secundarios. En cualquier otra película Otto habría sido “quien puso en marcha la acción y desapareció”. En esta cinta será un personaje tan importante como Markus y, a golpe de meteduras de pata, clave para el desarrollo y desenlace de esta historia. La película se abre con un discurso suyo, que provoca su despido, sobre el análisis de la realidad vía estadística, causalidad, determinismo y azar. Algo de lo que se habla más tarde  en el funeral de la mujer de Markus, y que será la busca constante de Mathilde: qué ha pasado y por qué; cuál es el sentido de la vida y si Dios existe.

Montaje extraordinario que logra conjuntar las situaciones más absurdas con la seriedad y el drama, la risa y el llanto, la comedia y el thriller brutal. Y el mérito se debe tanto al talento del director co-guionista como a su reparto, con cuatro grandes de la interpretación nórdica Mads Mikkelsen, Nikolaj Lie Kaas, Lars Brygmann, Nicolas Bro, a las que acompaña con solvencia la joven Andrea Heick Gadeberg en el papel de Mathilde. Sus diálogos que se revelan, al final, llenos de sentido y liberan un mensaje optimista acompañados de unas imágenes y una melodía llenas de luz.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Kasper Tuxen
  • Montaje: Anders Albjerg Kristiansen
  • Música: Jeppe Kaas
  • Duración: 116 min.
  • Público adecuado: +18 años (V+)
  • Distribuidora: Alfa
  • Dinamarca (Retfærdighedens ryttere), 2020
  • Estreno: 13.8.2021
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Reseña
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Historiador y filólogo. Miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos. Ha estudiado las relaciones entre cine y literatura. Es autor de “Introducción a Shakespeare a través del cine” y coautor de una decena de libros sobre cine.