Joy: El lado choni de las cosas

· O. Russell no sabe (o no quiere) hacer largometrajes, tiene unos problemas tremendos de escritura, malogra buenas historias, se lía con el tono, confunde a los actores.

El neoyorquino David O. Russell vuelve con la tercera parte de su trilogía «El lado choni de las cosas», siempre con Jennifer Lawrence como eje de giro. Las vueltas y revueltas de esta nueva historia inspirada en un personaje real, Joy Mangano (añadan el .com y pueden ver su negocio, que me parece estupendo, lo digo en serio), son interesantes. Y cuando escribo interesante, quiero destacar que la historia de Joy (con su mopa y su tropa) podría contarse bien y dar lugar a un buen largometraje, en el que las patentes de una mujer ingeniosa que quiere convertirse en la reina de la teletienda podrían funcionar muy bien como hilo conductor de un relato muy apañado.

Pero O. Russell no sabe (o no quiere) hacer largometrajes, tiene unos problemas tremendos de escritura, malogra buenas historias, se lía con el tono, confunde a los actores. Parece sentirse seguro con sus TV movies «choco-bomb-maxi-plus», con Jennifer apretaíta y gritona, en versión la Jenny y su panda vuelven de parranda. Todo lo que pasa de 60 minutos en el cine de O. Russell son extensiones cantosas, maquillaje puesto con espátula, bisutería macarrilla a tutiplan, intentos de rellenar metraje con material de baja calidad melodramatizado a brochazo limpio. Y lo que puedes ver con un agrado razonable durante 40 o 50 minutos, se va convirtiendo en un show grotesco con De Niro, Rossellini, Madsen y demás estrellas en secuencias del túnel del terror de la telebasura, en el que los minutos (hasta 124 nada menos) van cayendo a cámara lenta sobre el espectador.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Linus Sandgren
  • Montaje: Alan Baumgarten, Tom Cross
  • Música: David Richard Campbell
  • Duración: 124 min.
  • Público adecuado: +16 años
  • Distribuidora: Fox
  • EE.UU., 2015
  • Estreno en España: 8.1.2016
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