Kops

Kops: Policías suecos

Josef Fares, libanés de 28 años, asentado en Suecia desde los 10, dirige su segundo largometraje, bastante esperado después del éxito que cosechó con su opera prima Jalla!, Jalla! (fue la película sueca más taquillera en 2001).

Kops narra las aventuras de un grupo de policías de una pequeña localidad sueca. El casi nulo índice de delincuencia ha llevado a las autoridades a la decisión de cerrar la comisaría. Los cuatro agentes trazan un plan macarrónico para alterar el estado de cosas y no tener que abandonar este lugar entrañable y familiar.

Fares, efusivamente acogido por la crítica y el público suecos, tiene una manera peculiar de hacer comedia, con un sentido del humor que mezcla las sensibilidades del norte y del sur, y se aleja del humor negro para instalarse en un tono amable y alentador. El guión de Kops es sencillo, pero no simple. Sin apelar a la violencia, tiene secuencias de acción divertidas y originales, con unos efectos especiales de sabor intensamente casero que mueven a la carcajada. El tono es amable, nada ácido, aunque en algún momento bordea lo chusco. Hay situaciones, como las dos citas a ciegas del policía Jacob, muy bien llevadas.

Las interpretaciones tienen buen nivel, en especial la de Fares Fares (Jacob), hermano del director. Torkel Petersson (Benny) obtuvo el premio al mejor actor revelación en la Berlinale por su caracterización de po­li peliculero. Ambos actores han establecido una estrecha relación con el director, pues es la tercera película que ruedan juntos (además de los cortos Coola Killar y Jalla!, Jalla!). También Daniel Lemma, aplaudido por su banda sonora en Jalla!, Jalla!, reaparece con una música desenfadada que casa bien con el qué y el cómo narrativos.

Con estos elementos, Fares obtiene un resultado satisfactorio, una comedia sin pretensiones que se ve con agrado de principio a fin.