La Casa Gucci: Doble G

· Crítica de La Casa Gucci | Estreno 26 de noviembre de 2021.
· Del esquema a la caricatura hay poca distancia y los Pacino, Irons, Driver, Gaga y Leto intentan suplir los tremendos agujeros del guion y sus problemas de estructura narrativa entregándose al histrionismo.

Que el británico Ridley Scott (83 años) maneja las películas con un diseño de producción excelente lo sabemos desde hace mucho tiempo. Tiene compañía propia desde 1995 y trabaja a lo grande. Su tercera esposa Giannina Facio mostró mucho interés por hacerse con los derechos del libro The House of Gucci: A Sensational Story of Murder, Madness, Glamour, and Greed, escrito por una reportera de moda norteamericana, Sara Gay Forden, y publicado en 2001.

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La adaptación del libro da lugar a una película deslavazada, irregular, con un guion inconsistente y disperso. Quizás tenga que ver que lo escriben un italiano que se estrena en la escritura de un largo y una norteamericana que ha hecho unas pocas adaptaciones sin especial brillo, entre ellas El príncipe de las mareas (Streisand, 1991) y Siete años en el Tibet (Annaud, 1997).

La película se acerca a los Gucci sin conceder apenas importancia a la industria del lujo, al diseño de moda y complementos para gente con mucho dinero, a la competencia, al negocio familiar que tiene que abrirse a inversores para triunfar. Con unos brochazos que parecen anuncios alargados (algo propio del peor cine de Scott), se nos presenta a unos personajes esquemáticos que se encomiendan a grandes actores.

Del esquema a la caricatura hay poca distancia y los Pacino, Irons, Driver, Gaga y Leto intentan suplir los tremendos agujeros del guion y sus problemas de estructura narrativa entregándose al histrionismo, siempre vistoso pero, a la larga, cansino, porque simplifica los conflictos de manera bobalicona. Tanto que alguno podría pensar que la actual Gucci ha querido aprovechar tanta truculencia familiar pasada para tener visibilidad (de hecho han dejado que la película use como localizaciones algunas tiendas emblemáticas y han montado un desfile en Los Angeles con motivo del estreno cortando Hollywood Boulevard…).

No se trata de convertir una familia de comerciantes toscanos en sesudos filósofos especulativos, obviamente, pero tampoco que el espectador no entienda casi nada de las maniobras y disputas por el control de la compañía y tenga que quedarse con un puñado de secuencias más o menos vistosas en la que se pasa del blanco al negro sin que entiendas las motivaciones de los personajes. El compendio de todo lo que acabo de señalar es el incomprensible personaje de Maurizio Gucci.

Dariusz Wolski fotografía con eficacia y la montadora Claire Simpson intenta organizar el relato aculebronado para que se note lo menos posible el deje Sálvame Deluxe de una película que podría haber sido mucho mejor pero prefiere subirse a los tacones de Gaga hasta que se cansa de ella porque sí… Quizás una miniserie hubiera sido mejor formato para contar esta triste historia. El espectador que quiera pasar un rato entretenido, saldrá medianamente satisfecho. No así el que busque una buena película o un retrato inteligente de la industria del lujo.

Tras dos películas estrenadas en 2021 (la otra es El último duelo), Scott ya rueda Kitbag (sobre Napoleón y Josefina, con Joaquin Phoenix y Jodie Comer) y Gladiator 2 (a saber lo que se le ocurre al guionista Peter Craig al que encargaron la secuela de Top Gun…).

⇒Todas las películas de Ridley Scott

⇒10 películas sobre moda

Ficha Técnica

  • Fotografía: Dariusz Wolski
  • Montaje: Claire Simpson
  • Música: Harry Gregson-Williams
  • Duración: 150 min.
  • Público adecuado: +18 años (X)
  • Distribuidora: Universal
  • EE.UU. (House of Gucci), 2021
  • Estreno: 26.11.2021
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