La chica del tren: Tres voces perdidas

· Tate Taylor y su guionista Erin Cressida Wilson han seguido a rajatabla cada punto de giro, cada suceso, casi cada réplica.

Reconozco que no sabía apenas nada de este best seller antes de ver la película que, digámoslo rápido, me pareció un bodrio. Un thriller que empieza en clave policiaca y pasa pronto a clave erótica donde deambulan tres mujeres, abofeteables por simples, especialmente las dos rubias, reclamando unos brazos protectores que pueden ser los de su asesino. Ninguna novedad argumental, como puede comprobarse.

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Ni el más que digno reparto (con algunos nombres de postín), ni la buena producción, ni la música de Elfman, ni el reclamo de adaptación de digno best seller consiguieron borrar la impresión de TV movie con ínfulas que tuve durante toda la proyección de La chica del tren. Hacía tiempo que no salía del cine con tal sensación de pérdida de tiempo. Una sensación acentuada porque descarté ver La llegada, la última película de Villeneuve -que espero disfrutar pronto-, para ver esta (gajes del pluriempleo).

Reconozco que, a pesar de todo, me quedé con la duda. ¿De quién era la culpa? ¿Del libro o de la película? Fue fácil hacerme con un ejemplar y descubrir que, efectivamente, no es nada fácil eso de llevar un libro a la pantalla. Y no es que la novela de Paula Hawkins sea una maravilla, ni muchísimo menos. Es una novela policiaca morbosilla y ligerita (no en número de páginas, sí en calidad literaria) pero que engancha. La historia está contada por las tres mujeres y el argumento es exactamente el mismo de la película.

Es decir, no es un problema de fidelidad al texto. Tate Taylor y su guionista Erin Cressida Wilson han seguido a rajatabla cada punto de giro, cada suceso (la violencia y el sexo -más explícitos en la película-, las peleas, los cambios de tono, etc.), casi cada réplica. Pero ha perdido por el camino la clave de la novela que son las tres voces narrativas. Tres voces que en el libro son personajes de carne y hueso y no meros figurantes (insisto, sobre todo las dos rubias).

En descargo de Tate Taylor hay que decir que no era fácil plasmar en la pantalla grande estas voces. Pero también hay que reconocer que, al perderlas, y apostar por una única narradora, se pierden sus personajes, la intriga de una de las subtramas y la coherencia narrativa.

En definitiva, un material de base poco reseñable que además ha perdido la poca gracia que tenía. Una novela normalita se ha convertido en una película absolutamente prescindible.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Charlotte Bruus Christensen
  • Montaje: Michael McCusker, Andrew Buckland
  • Música: Danny Elfman
  • Duración: 112 min.
  • Público adecuado: +18 años (XVD)
  • Distribuidora: DeAPlaneta
  • EE.UU. (The Girl On The Train), 2016
  • Estreno: 21.10.2016
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