La corresponsal

A pesar de cierto desequilibrio, la película de Heineman entretiene y Rosamund Pike ralla la perfección

La corresponsal (2018)

La corresponsal: La vida temeraria y la temible verdad

· En los aspectos técnicos más desta­ca­bles de La corresponsal está la fotografía de Robert Richardson, uno de los grandes en el oficio, ganador de 3 Oscar y colaborador ha­bitual de Quentin Tarantino, Oliver Stone o Martin Scorsese.

Hay películas que apoyan todo su pe­so en un protagonista y el intérprete que da vida a ese personaje. Rosa­mund Pike (Hostiles, Nuestro último ve­rano en Escocia) obtuvo una merecida nominación a los Globos de Oro de es­te año por interpretar a una de las corresponsales de guerra más conocidas des­de el final de la Guerra Fría: Marie Col­vi. La actriz británica tenía la difícil tarea de hacer creíble y atractivo un per­sonaje antipático, con un parche en el ojo y una voz quebrada por tanta tragedia vivida y tanto whisky bebido. Su trabajo es tan excelente que en algunos mo­mentos logra disfrazar los evidentes de­fectos de la película.

Aunque norteamericana, Marie Colvi se hizo famosa por sus reportajes de guerra en el semanario británico Sun­day Times desde 1985. Entre los con­flictos que cubrió destacan los de Ko­sovo, Sierra Leona, Chechenia o Zimbaue. En esta película norteamericana que apenas ha ingresado 3 millones de dólares en las taquillas de Estados Uni­dos y Reino Unido, se combina la narración de su labor periodística con su ator­mentado retrato personal. El gran acier­to de la película es utilizar los tex­tos de la periodista como vehículo de una historia que no acaba de profundizar en ninguno de los conflictos bélicos.


«Muchos de los aquí presentes nos he­mos preguntado si nuestro trabajo me­rece la pena. Yo me enfrenté a la pregun­ta cuando me hirieron. Mi respuesta en­tonces, igual que ahora, es que sí merece la pena… Nuestra misión es decir la verdad a los poderosos. En­via­mos a ca­sa el primer borrador de la His­toria. No puedes conseguir la información si no vas a los sitios donde están disparando a la gente, o donde la gen­te te dispara a ti. Lo verdaderamente difícil es creer que suficiente gente (sea el gobierno, el ejército o el ciudada­no de a pie) se emocionará cuando tu in­formación llegue a la página impresa del periódico».
[Discurso de Marie Colvi en la Iglesia de St. Bride de Londres (10.XI.2010)]

Para la dirección de esta película se ha elegido a un documentalista de pres­ti­gio; Mathew Heineman, ganador de un Emmy y nominado al Oscar por Tie­rra de cárteles en 2015, y realizador de la docuserie The Trade (2018) o City of Ghosts, un vivo retrato de los activistas anónimos en el actual conflicto de Si­ria. La corresponsal es su primera experien­cia alejada del documental y se no­ta. Ni el guion de Arash Amel (Grace de Monaco), ni la planificación de Hei­neman o la música del compositor te­levisivo H. Scott Salinas, consiguen que la película tenga la personalidad y emo­ción que requería la historia.

Hay un desequilibrio claro en la pe­lícula que empieza plomiza y acaba sien­do interesante al dedicar el úl­timo tra­mo a la temeraria actividad informativa de Marie Colvi en los comienzos de la Guerra de Siria. Tampoco los persona­jes masculinos tienen el de­sarrollo que merecerían para ser un con­trapunto que enriquezca a la prota­go­nista. Se desaprovecha un reparto masculino notable con actores como Ja­mie Dornan (sí, lo de hacer de Grey es imperdonable, pero lejos de ese absurdo personaje ha demostrado talento en series como La caza), Tom Hollander o Stanley Tucci.

En los aspectos técnicos más desta­ca­bles está la fotografía de Robert Richardson, uno de los grandes en el oficio, ganador de 3 Oscar y colaborador ha­bitual de Quentin Tarantino, Oliver Stone o Martin Scorsese. La película ter­mina con una hermosa canción (Requiem for a Private War) compuesta e in­terpretada por la inconfundible voz de Annie Lennox. Una buena manera de acabar una película que entretiene y que podía haber llegado mucho más le­jos.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Robert Richardson
  • Montaje: Nick Fenton
  • Música: H. Scott Salinas
  • Duración: 106 min.
  • Público adecuado: +18 años (XDV)
  • Distribuidora: DeAPlaneta
  • EE.UU. (A Private War), 2018
  • Estreno: 31.5.2019
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