La dama y el vagabundo

Crítica La dama y el vagabundo: Romanticismo perruno

A comienzos del siglo XX en algún lugar de Georgia, Jim regala a su joven esposa Linda un cachorro de Spaniel, una perrita a la que llaman Reina, que reinará en su casa hasta que un años más tarde el bebé de Linda y Jim se convierte en el centro de atención. En ese momento llega la tía Sara a ayudar a la joven pareja. El único problema es que Sara, además de tener un carácter difícil, odia a los perros y lleva consigo un par de malévolos gatos que consiguen echar a Reina de su casa; sola en las calles de la ciudad tiene la suerte de conocer y contar con la ayuda de Golfo, un simpático perro vagabundo que la enseñará a sobrevivir sin amos humanos.

Charlie Bean, desconocido director que sólo ha rodado una película, La Lego Ninjago, ha sido el encargado de realizar el remake en imagen real de un clásico de animación de Disney. Conviene decir dos cosas; no está a la altura de grandes predecesores como El libro de la selva o El rey león; pero hay que decir directamente que se trata de una producción modesta, destinada directamente para la plataforma Disney+ y no para ser estrenada en pantalla grande. La película se rodó con auténticos perros (con ocasionales retoques digitales para «humanizar expresiones»); los malvados gatos de tía Sara son digitales.

El resultado final es una cosa simpática, bastante bien rodada, pero sería una variante de perros inteligentes, que hablan y muestran su mundo, al estilo de Mascotas; no es poco, pero tampoco es demasiado. La integración animales humanos, por haber utilizado todo el tiempo auténticas mascotas, no está tan lograda como en los títulos anteriormente citados.

Lo que sí queda claro es que está lejos del encanto del original, que es de 1955, y que es un error forzar el antropomorfismo a criaturas reales, los dibujos originales tenían una expresividad extraordinaria, y basta comparar la escena -o simplemente la foto de cartel- del banquete de spagetti para darse cuenta del error.

La dama y el vagabundo se realizó como experimento, fue la primera producción Disney realizada en Scope, aprovechando el punto de vista canino, a ras de suelo. Era un alarde técnico que consiguió además conquistar los corazones del público merced a su encantador antropomorfismo. La versión actual no pasa de ser un simpático entretenimiento que Disney podría haberse ahorrado. Ahora bien, sigue siendo una película familiar simpática. Se recomienda verla antes que la otra.