La familia Addams

La familia Addams: 80 años después

Una larga introducción muestra la boda entre Gomez y Morticia, que termina en fuga de unos aldeanos asustados y furiosos que no quieren Addams en la zona. Los recién casados terminan su carrera en Nueva Jersey, en un tétrico manicomio en ruinas, oculto por una espesa capa de niebla. Pasan trece años y los Addams tienen dos retoños; una niña, Miércoles, y un niño, Pugsley, que no han salido nunca de la propiedad.

Entonces comienza la película: Pugsley debe superar la mazurca, un rito que marca su paso de la infancia al estado adulto, y con ocasión de esta ceremonia vendrán todos los Addams a verlo; al mismo tiempo la niebla se disipa y la casa es visible desde el vecino pueblo, recién construido por Margaux Needler, que se queda horrorizada y decide hacer algo al respecto.

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La familia Addams vino al mundo hace 81 años, en forma de tira cómica del New York Times, y se hizo célebre con la serie de televisión de los años sesenta. Posteriormente volvió a la televisión en forma de dibujos animados y luego, en los años noventa, pasó a la pantalla grande en dos largometrajes con personajes reales que dirigió Barry Sonnenfeld, e hicieron famosa a Christina Ricci. Con ocasión de su ochenta cumpleaños, La familia Addams vuelve a la pantalla grande, esta vez en forma de animación.

Esta versión viene da la mano de Conrad Vernon y Greg Tiernan, autores de la muy grosera La fiesta de las salchichas, y hay que decir que es irregular; tiene momentos brillantes y también notables fallos: del lado positivo cabe destacar que haya recuperado la estética original, los personajes y decorados son aquellos que dibujó Charles Addams hace tanto tiempo, la ambientación y las posibilidades que brinda la animación son un logro, y la influencia de Tim Burton es evidente en la introducción y en unos cuantos detalles de arte; así mismo recupera diversos gags de la serie de televisión de los sesenta; finalmente las voces -al menos la versión original- son magníficas.

Pero han olvidado escribir una historia de verdad y la película se reduce a una narrativa planita en la que se insertan los gags; además, está destinada a público muy joven y por ello eliminan el espíritu de La familia Addams, que era corrosivo. Los nuevos Addams se limitan a decir «viva la diversidad»; eso es algo, pero es poco. Finalmente, los mejores gags solo los entenderán los adultos a pesar de que la película está destinada a los más pequeños.

En conjunto, resulta una cinta entretenida que apreciarán más adultos que recuerden vagamente la serie de televisión, pero no es una película notable.