Inicio Críticas películas La feria de las vanidades

La feria de las vanidades

Telefilme del XIX, brillantito por lo lujoso, muy lujoso, y entretenido por todos los elementos adicionales antes señalados

La feria de las vanidades (Mira Nadir, 2004)

La feria de las vanidades: Brillantita y entretenida

Sin duda, el autor de la novela Vanity fairW. M. Thackeray (1811-1863)- es para los británicos una figura literaria importante. Y para el cine, pues Barry Lin­don (Stanley Kubrick, 1975) se basa tam­bién en otra novela suya. Nació en Cal­cuta (India) y vivió sus nueve primeros años allí. Hay en Vanity fair algunas escenas que se desarrollan en ese país; quizá por eso la india Mira Nair la ha llevado al cine (a pesar de lo que ella misma diga, en la película no se ve -aunque en la realidad histórica pueda haberla- la influencia de la cultura india en la británica. No se ve nada).

Cuando un guionista dice que «el mayor reto fue reducir una novela de 900 páginas al tamaño de un guión», échate a temblar, pues nadie reta a nadie, ni se trata de reducir, sino de transcribir o transliterar: trans-littera, representar los signos de un sistema de escritura (una novela: Vanity fair) mediante los signos de otro sistema (el cine). Y los tres guionistas no han trans, sino que han reducido y acortado; y así el relato queda sincopado, esquemático, dicho a saltos, a voces de tartamudo, con ritmo de telefilme…, y la historia de la novela y su época (1800-1830) piden un ritmo lento, armoniosamente lento.

En la ficha técnica he puesto sólo a los actores jóvenes, pero además tenemos a Byrne, Hoskins, Atkins, Broadbent, etcétera, grandes profesionales, que en sólo una breve escena son capaces de hacerte presente todo el pasado de su personaje. Y los actores jóvenes no se quedan a la zaga. Si no fuera por eso, la película sería, más que un folletín insoportable de una cenicienta ambiciosa, un folletín incomprensible de una cenicienta incongruente; gracias a estos actores se salva. Y gracias también al vestuario de Beatriz Aruna, y a la dirección artística de Maria Djurkovic. Y, evidentemente, a los paisajes.


Por mucho que se empeñe Mira Nair en «meter» primeros planos de patas de caballo al trote, o de criados con peluca y librea, o grandes interiores palaciegos, La feria de las vanidades sigue siendo un telefilme del XIX, brillantito por lo lujoso, muy lujoso, y entretenido por todos los elementos adicionales antes señalados.

La feria de las vanidades (Mira Nadir, 2004)

Ficha Técnica

  • Fotografía: Declan Quinn
  • Montaje: Allyson C. Jonson
  • Música: Michael Danna
  • País: Gran Bretaña
  • Año: 2004
  • Distribuidora: UIP
  • Estreno en España: 01.10.2004

La feria de las vanidades (Vanity Fair)

Suscríbete a la revista FilaSiete

Salir de la versión móvil