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La gran enfermedad del amor

El comediante Kumail Nanjiani protagoniza esta película que escribió junto con su es­posa Emily V. Gordon a partir de los eventos que vivieron en su relación

La gran enfermedad del amor

La gran enfermedad del amor: Historia de tres matrimonios

Al cine, la más joven de las bellas artes, aún le quedan algunos terrenos por explorar en los que las otras han forjado ya tradiciones enteras. Uno de ellos es la autobiografía. La literatura cuenta con sólidos y variados ejemplos de nove­las y otros escritos autobiográficos, y el autorretrato es imprescindible en las obras de mu­chos pintores y de algunos fotógrafos. Sin embargo, el cine, quizá por su condición de arte colectivo, ha explorado más bien poco esas posibilidades. Si bien el biopic es ya un género establecido, hacer cine explícitamente sobre la propia vida del autor es to­davía raro. En un campo con ejemplos escasos y peculiares como The Andy Warhol Sto­ry (Andy Warhol, 1967) o el cine documental de Alan Berliner, aparece de pronto una comedia romántica como es La gran enfermedad del amor.

El comediante Kumail Nanjiani protagoniza esta película que escribió junto con su es­posa Emily V. Gordon a partir de los eventos que vivieron en su relación. El guion, no­minado al Oscar, en su aparente sencillez resulta muy atractivo desde el concepto ini­cial por tres factores principalmente: el elemento autobiográfico; el conflicto intercultural –Kumail, hijo de pakistaníes establecidos en Estados Unidos, debía seguir la tra­dición de un matrimonio arreglado por sus padres con una pakistaní, pero se enamo­ra de Emily, americana-; y, sobre todo, abordar con humor el delicado tema de una enfermedad muy seria.

De la vida a la pantalla

Kumail Nanjiani nació en Pakistán y emigró a los Estados Unidos junto con sus padres y hermano. Contra los deseos de su familia, decidió perseguir una carrera como comediante haciendo stand-up comedy en Chicago. Fue en una de sus actuaciones donde conoció a Emily, entonces una estudiante de Psicología. Comenzaron una relación sin el co­nocimiento de los padres de Kumail, cuya intención era concertarle un matrimonio con una pakistaní que ellos eligieran, «como un buen musulmán».

Emily cayó gravemente enferma por una infección misteriosa -luego se supo que era la llamada Enfermedad de Still de Inicio en el Adulto, una patología rara con una incidencia de 0,16 por cada 100.000 personas- y entró en un coma inducido que cambió su relación para siempre, pues fue en estas circunstancias que Kumail se dio cuenta de que Emily era la mujer con la que quería pasar el resto de su vida.

Cuando Emily se recuperó, se casaron y se fueron a vivir juntos a Nueva York. Diez años después, escribieron un guion basado en esa época de sus vi­das. Tanto el tono como la referencia autobiográfica recuerdan a la serie televisiva Seinfeld (1989-1998), donde el también comediante de stand-up Jerry Sein­feld se interpretaba a sí mismo -y que se convirtió en un icono de la cultura ameri­ca­na-, y al clásico de Woody Allen, Annie Hall (1977), comedia en la que Allen y Diane Kea­ton interpretaron personajes bastante parecidos a sí mismos y en una relación bastante similar a la que tuvieron en la vida real.

El guionista, director y productor Judd Apatow, bien conocido en la esfera del cine de comedia actual (Virgen a los 40, Lío embarazoso, Hazme reír) se interesó en producir el guion de Nanjiani y Gordon, y esperó el momento propicio, es decir, cuando el come­dian­te pakistaní fuera lo suficientemente conocido, lo que se logró gracias a su papel en la serie de HBO Sillicon Valley. Netflix esta­ba interesado en el proyecto, pero Nanjiani quería que la película fuera estrenada en ci­nes, por lo que finalmente la distribución fue comprada por Amazon Studios en 12 mi­llones de dólares, en una de las mayores transacciones hechas en la historia del Festi­val de Sundance.

El instinto de los productores resultó certero, pues los frutos fue­ron una recaudación en taquilla más que decente -56,3 millones de dólares- y la no­minación al Oscar por mejor guion: fue la única película en esta categoría no nomina­da a mejor película, algo por otro lado comprensible puesto que se trata de una comedia ro­mántica y porque estéticamente no es tan ambiciosa. La dirección corrió a cargo de Mi­chael Showalter, quien tiene en su haber mucha experiencia dirigiendo televisión y un par de comedias románticas de buena factura.

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El estudio crítico completo de esta película se encuentra en el libro Cine Pensado 2017, que puedes adquirir en este enlace:

Ficha Técnica

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Reseña
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Licenciado en Filología Hispánica y en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Desde 2016 es director de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad Panamericana (Ciudad de México), donde ha impartido asignaturas de Cine, Narrativa Audiovisual y Comunicación Escrita
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