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La importancia de llamarse Oscar Wilde

Rupert Everett dirige, escribe y protagoniza este biopic dramático en un tour de force cinematográfico

La importancia de llamarse Oscar Wilde (2018)

La importancia de llamarse Oscar Wilde: Everett es Wilde

· BBC Films está tras la producción de La importancia de llamarse Oscar Wilde de Everett, con el crédito del propio Colin Firth, amigo del ci­neasta, como coproductor, y se nota en los valores de la casa.

Los lectores deben saber que la adaptación libre del tí­tulo al castellano hace traición al sentido metafórico del filme de Rupert Everett, cuyo rótulo original es The Happy Prince, en alusión al cuento de Oscar Wilde.

Atento al doble sentido de ‘gay’ en inglés, Everett re­tra­ta la decadencia de los tres últimos años del escritor ir­landés, quien después de destacar felizmente entre los auto­res de su tiempo -como la estatua de la narración que cuenta a sus hijos y a los niños de los prostíbulos que frecuenta-, sufre la bancarrota, la enfer­medad, el re­chazo y la cárcel durante dos años a cau­sa de su ho­mo­sexualidad. Recluido en un hotel de Fran­cia con sus ami­gos (Edwin Thomas y Colin Firth), de­cide atravesar Europa, presa de impulsos contrapuestos: ir a ver a su mujer Constance (Emily Watson) o a su amante, Sir Alfred «Bosie» Douglas (Colin Morgan).


Rupert Everett dirige, guioniza y protagoniza este biopic dramático en un tour de force cinematográfico. De algunos actores se dice que nacieron para meterse en la piel de sus interpretados, y éste sin duda es el caso. Eve­rett es Wilde en su espíritu, teatralidad y oratoria, ade­manes y gestos.

No es casualidad ni improvisación. El director tiene ver­dadera obsesión por el escritor, poeta y dramaturgo. A lo largo de su carrera ha interpretado a Wilde en las adap­taciones al cine de Oliver Parker de Un marido ideal y La importancia de llamarse Ernesto (The Importance of Being Earnest), antes de meterse en su piel en la obra teatral de David Hare, El beso de Judas, un dra­ma con el que The Happy Prince comparte parcialmente su visión de la toxicidad de la aventura entre Wilde y Bo­sie.

BBC Films está tras la producción de La importancia de llamarse Oscar Wilde, con el crédito del propio Colin Firth, amigo del ci­neasta, como coproductor, y se nota en los valores de la casa: una soberbia ambientación, con vestuario y localizaciones exteriores e interiores ajustadas a la épo­ca, y una cuidadosa puesta en escena con buenos in­térpretes. La fotografía de John Conroy abunda en to­nos otoñales iluminados por una fabulosa luz.

Creo sinceramente que la película sortea la co­rrección y los didactismos. Sin duda, el espíritu del filme es colocar a Wilde, abanderado de la causa homosexual desde ha­ce tiempo, como un hombre incomprendido y recha­za­do que al final alcanza el lugar que merece, si se atien­de a la metáfora del cuento de Wilde. Pero el to­no me­lancólico y la discontinua línea argumental de la cinta, el carácter contradictorio y el comportamiento com­plejo de Wilde -tan admirable como execrable-, le res­tan colorido. Por no hablar de la referencia poco conocida a su arrepentimiento y vuelta a la fe católica, de la que la película da cuenta con realismo.

En declaraciones a la prensa, el único nieto de Wilde, Merlin Holland, experto en la persona y la obra de su abuelo, confesó haberse sentido muy conmovido al ver la película. «Transmite el espíritu del hombre y su ge­nio». «Mientras Wilde escribió sobre la vida imitando el ar­te, Everett se ha acercado al arte que imita la vida».

En cuanto a las distintas interpretaciones de la figu­ra de su abuelo añadió: «Rupert es probablemente el me­jor. Fry era muy intelectual, lo que figuraría con el per­so­naje de Stephen. Rupert es terriblemente emocional. En Oscar, hay tanto lo intelectual como lo emocional. Pe­ro, en esta etapa de su vida, vive de lo que queda de sus emociones, y creo que ahí es donde gana Rupert«.

Una opinión fundada, a tener en cuenta.

Ficha Técnica

  • Fotografía: John Conroy
  • Montaje: Nicolas Gaster
  • Música: Gabriel Yared
  • Duración: 105 min.
  • Público adecuado: +16 años (X-)
  • Distribuidora: Alfa
  • Alemania, Italia, Reino Unido (The Happy Prince), 2018
  • Estreno: 26.4.2019
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