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La joven de la perla

La película opta a tres Oscar en los apartados de fotografía, dirección artística y vestuario

La joven de la perla

La joven de la perla: Bellísima recreación

En 1665, el pintor holandés Jan Ver­meer pintó uno de los retratos más ce­lebrados de la historia del arte. El em­blemático cuadro, expuesto en la pinacoteca de La Haya, es una de las cuarenta obras de Vermeer que han llegado hasta nosotros. La película, con una magistral fotografía del portugués Eduardo Serra (premiada en el Festival de San Sebastián), recrea la gestación de la obra maestra con un recital interpretativo facilitado por el inteligente guión adaptado de la novela homónima de Tracy Che­va­lier, que fabula con amenidad y un aire de mis­terio la relación entre una joven sirvienta y el pintor.

Griet, hija de un ceramista y protestante, tie­ne que ponerse a servir en casa de una familia adinerada y católica de Delft, ciudad holandesa de mayoría luterana. Maria Thins, la suegra del pintor, se afana por conseguir, entre los burgueses adinerados, nuevos encargos para el marido de su hija, madre de una familia numerosa, nuevamente  embarazada. Vermeer no es un pintor rápido, y se consagra a su tarea con un perfeccionismo abrumador.

La luz, de la ciudad, del estudio del artista, se atrapa con una precisión pareja a la lograda por la célebre cámara oscura del pintor de Delft, que se hizo católico al casarse, en 1653.


Ciertamente el retrato de la familia Veer­mer que hacen la novela y la película re­sulta fantasioso y un pelín injusto, como se desprende de la lectura de literatura especializada (véanse las reflexiones del historiador del arte Valeriano Bozal en Johannes Ver­meer de Delft, el hermoso libro publicado en un manejable y curioso formato por TF Edi­tores).

La película opta a tres Oscar en los apartados de fotografía, dirección artística y vestuario.

La joven de la perla es un inolvidable paseo, al ritmo oportuno, por la delicada obra de Vermeer, con una soberbia y ubicua Scarlett Johansson (Lost in translation) y un imponente Colin Firth, taciturno y reconcentrado. Un verdadero regalo para la vista el que nos ofrece el británico Peter Webber, que apreciarán especialmente los amantes de la pintura.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Eduardo Serra 
  • Montaje: Kate Evans
  • Música: Alexandre Desplat
  • Distribuidora: Vértigo
  • Estreno en españa: 20.02.2004

Reino Unido/Luxembirgo, 2003

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