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La joven de las especias

Con un tono inferior a Bodas y prejuicios, comparte con ella un pequeño universo fílmico que puede se­guir dando sorpresas

La joven de las especias (2005)

La joven de las especias: Un cuento indio

Canela… para hacer amigos, albahaca… para recordar, nuez moscada… para curar viejas heridas…

Tilo es una bellísima dama de las especias o, para decirlo de otro modo, un hada con poderes casi sobrenaturales educada en la In­dia según unas tradiciones milenarias. Desde su bazar de especias mágicas descubre el pasado, visiona el futuro y vende en pequeñas bol­sas el remedio adecuado para cada persona. Para mantener sus poderes tiene que cum­­plir tres estrictas y sencillas reglas: no salir nunca de la tienda, utilizar las especias sólo para satisfacer los deseos y necesidades de los demás, y no tocar nunca la piel de otra persona.

Las reglas dejarán de ser sencillas cuando aparezca un atractivo arquitecto que rápidamente se enamora de Tilo.


Estamos ante una opera prima que no lo es en absoluto porque, aunque el japonés-americano Paul Mayeda Berger es la primera vez que se pone detrás de la cámara, es la cuarta pe­lícula que rueda junto a su mujer Gu­rin­der Chadha, que en este caso es, simplemente, la co-guionista, productora y asesora de dirección. Aclarado el parentesco, es muy fá­cil ver los elementos del tándem Chadha-Berger en La joven de las especias, elementos que se repetían en Quiero ser como Beckham, Qué se está cociendo y, sobre todo, la cercanísima Bo­das y prejuicios: el retrato de las diferencias culturales, la problemática de la inmigración, el conflicto entre los deseos -sobre todo amorosos- y la tradición… También, como en Bodas y prejuicios, aparecen algunos guiños al cine de Bollywood, a su colorido, su sensualidad -mucho más marcada en esta película-, su vibrante acompañamiento musical, su hiperromanticismo…

En este caso, y aunque estamos ante la adap­­tación de una novela de Chitra Baner­jee Divakaruni, el tono que adoptan Cha­dha y Ber­ger es el de un cuento, un cuento muy parecido a La Sirenita (y quizás más parecido a La Sirenita de Disney que a la de An­dersen, que es una historia mucho más os­cura). La am­­­bientación -ese maravilloso ba­zar con botes de especias de colores explosivos-, la voz en off que sirve de hilo conductor, el montaje de sonido que casi logra que las especias hablen, e incluso la presencia de la bellísima Aishwarya Rai -mucho más mo­delo que actriz en es­ta película, todo hay que decirlo-, son elementos que construyen una historia rodada en la más pura línea del realismo mágico.

Este tono fantástico y la brillante estética vi­sual se acaban imponiendo a la pequeñísima historia que se nos cuenta: no hay tramas secundarias y casi todo ocurre entre cuatro paredes -sí, de un bazar muy cuco, pero cuatro paredes-.

En definitiva, una película claramente inferior a Bodas y prejuicios, mucho más sencilla y en ocasiones plana, pero que comparte con ella un pequeño universo fílmico que puede se­guir dando sorpresas.

Ficha Técnica

  • País: Reino Unido (Mistress of Spices, 2005)
  • Fotografía: Santosh Sivan
  • Montaje: Alexandro Rodríguez
  • Música: Craig Pruess
  • Distribuidora: DeAPlaneta
  • Estreno en España: 02.06.2006
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