La leyenda del Rey Cangrejo

La leyenda del Rey Cangrejo: Interesante e imperfecta

· Crítica de La leyenda del Rey Cangrejo | Estreno 14 de octubre de 2022.
· Se trata de una obra de entidad realizada por un equipo muy potente, muy culta, llena de sugerencias. Se le puede encontrar mil ecos mitológicos, referentes visuales y narrativos desde Pasolini a Herzog.

La película comienza con una sorprendente reunión de cazadores en una taberna en el Lacio. Sorprendente porque la media de edad ronda los ochenta años. En torno a la mesa este veterano grupo bebe, canta, cuenta historias, recuerdan la leyenda de Luciano. Luciano era noble, era un rebelde, era un borracho, era un santo, era…  y la leyenda cobra vida. Vemos a este singular rebelde vagar a su aire y desafiar las convenciones religiosas y políticas de su tiempo y región, hasta que se produce la tragedia. Entonces hay un cambio de escenario. Volvemos a ver a los cazadores y Luciano se traslada a la Patagonia buscando la redención, buscando un tesoro, buscando su gran amor.

La leyenda del Rey Cangrejo es una obra interesante e imperfecta. Es la primera película de ficción de dos documentalistas que llevan a un genial director de fotografía consigo. La puesta en escena, tanto entre cazadores como en el Lacio o en una isla casi desierta «en el culo del mundo», dice un cartel, tiene mucho de documental. Al mismo tiempo, Alessio Rigo de Righi y Matteo Zoppis son conscientes de que están contando una leyenda que, por su esencia, no puede ser una crónica histórica, la historia del cangrejo, tal y como es contada en la película, es una metáfora de la leyenda de Luciano quien, por cierto, también es una leyenda que existe. En definitiva, se trata de una obra de entidad realizada por un equipo muy potente, muy culta, llena de sugerencias. Se le puede encontrar mil ecos mitológicos, referentes visuales y narrativos desde Pasolini a Herzog. Todo ello es cierto, también lo es que se trata de una historia de amor más allá de la muerte, destinada a un público minoritario.

La leyenda del Rey Cangrejo consta de dos partes, cada una de ellas presentada por un cartel. La primera transcurre en el Lacio, sirve de descripción del personaje, tiene un tono irreal y violento, y termina en la tragedia. La segunda, en un entorno grandioso y sobrecogedor, con un propósito definido, es muy superior. Allí Simone D’Arcangelo, que ha sido ayudante de Storaro, se luce.

Difícil, sin exagerar. Muy sugerente, atrapa con facilidad al espectador que se quedará, en buena medida, desconcertado, reflexionando y con una sonrisa ante una obra bella y diferente.