La maldición

Dividida en capítulos, en función del personaje que protagonice la acción, la película adolece de una clara falta de cohesión en el relato

La maldición (The Grudge)

La maldición (The Grudge): La casa de los horrores

El cine de terror asiático, en concreto el japonés, vive uno de sus momentos más dulces en cuanto a distribución internacional se refiere. Tras la brecha abierta en el mercado por Hideo Nakata (The ring y Dark water), se estrena en España La maldición (The grudge) de Takashi Shimizu, que saltó a la fama en su país gracias al éxito de dos tv-movies (Ju-on y Ju-on 2) y al apoyo de Takahashi Hiroshi (guionista de The ring).

En La maldición, Shimizu recurre a los temas abordados en Ju-on (relatos de fantasmas) y a muchos de los recursos estéticos que tan buen resultado dieron en las películas de Nakata. La base de la historia es simple: «La maldición surgida del rencor que anida en alguien que fallece preso de una profunda ira se concentra en los lugares que frecuentaba el difunto cuando estaba vivo, y obra su maleficio en aquellos que los visitan, renovándose de este modo y desencadenando el horror». A partir de la llegada de una trabajadora social voluntaria, Rika, el maleficio de la casa comienza a extenderse a todos aquellos que se acercan a ella o se cruzan en su camino.

Dividida en capítulos, en función del personaje que protagonice la acción, la película adolece de una clara falta de cohesión en el relato. El guión, escrito por el propio Shimizu, acusa la falta de estructura desde el comienzo de la narración. Los acontecimientos, más que sucederse, parecen insertados con calzador, se suceden sin ton ni son. En un afán por innovar y refrescar el género se apuesta por los saltos temporales y espaciales, que sólo ayudan a fomentar la confusión inicial del espectador. La película se convierte en una cadena de asesinatos en serie más azarosa que argumental, en la que no se sabe por qué se suceden las catástrofes.


Shimizu recurre al terror efectista. Coge prestado de Nakata el gusto por los medios audiovisuales como instrumento del horror (la televisión, las fotografías) y las caracterizaciones expresionistas y miméticas. Consigue encuadres espeluznantes, crea una atmósfera extraordinaria para la sugestión, pero no logra la profundidad que tenían sus predecesoras. A la vista del éxito comercial del remake americano de The ring, Hollywood ya se ha hecho con los derechos de la cinta, que contará en esta ocasión con la producción de Sam Raimi.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Kikumura Tokusho
  • Montaje: Takahashi Nobuyuki
  • Música: Sato Shiro
  • País: Japón
  • Año: 2003
  • Distribuidora: DeAPlaneta
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