La máquina de pintar nubes: Bocetos de una idea

Ambientada en España en 1974, La máquina de pintar nubes narra la historia de Asier (Bingen Elortza), un adolescente de Santutxu (Bilbao), que quiere regalarle a la chica de la que se ha enamorado un retrato antes de que ella se mude. Asier es daltónico, así que pide ayuda a su hermano Mateo (Lander Otaola), un buen pintor que busca una vida mejor lejos de las acuarelas y del barrio.

Patxo Tellería y Aitor Mazo, guionistas, actores y ahora directores, presentan una película reflejo de la época final de la Dictadura, con una buena ambientación pero con una historia floja, previsible y que aparenta más de lo que hay. Presenta varias tramas con tanta intensidad que es difícil averiguar cuál es la principal y cuáles las secundarias hasta pasada la mitad de la película. Tampoco ayuda el detonante tardío que sorprende al espectador y que acelera la historia hacia un final un tanto forzado. Es un cúmulo de historias, más o menos interesantes al comienzo, pero con una resolución fácil y sosa en la mayoría de los casos.

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Presentada en San Sebastián en la sección Panorama de cine vasco, La máquina de pintar nubes no deja de ser una opera prima muy bonita a nivel visual (casi todo el elenco interpreta a pintores), pero que sabe a poco.

▲ La ambientación.

▼ La estructura de la historia.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Gaizka Bourgeaud
  • Montaje: Haritz Zubillaga
  • Música: Bingen Mendizábal
  • Duración: 102 min.
  • Público adecuado: Todos
  • Distribuidora: Paramount
  • España, 2009
  • Estreno: 2.10.2009
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