La melodía del asesino: Fusilando a los Coen

Con 75 minutos se puede ser muy pesado y muy pedante. Basta con coger las películas más ásperas y terrosas de los Coen (Sangre fácil, No es país para viejos), plagiar la fotografía y la atmósfera sin tener una historia y unos personales que tengan algo original que contarnos. El resultado es un ejercicio de estilo pretencioso y vacío que intenta contar la investigación de un policía torturado vitalmente. El caso: una chica violada que aparece en medio de la nada.

La melodía del asesino tiene unas canciones chirriantes y unos subtítulos llamativos que hablan de la necesidad del director de subrayar que le gusta mucho los Coen y le apasiona ridiculizar a los extremismos protestantes norteamericanos.

En definitiva, la segunda película del canadiense Ed Glass-Donnelly se queda muy lejos del gran nivel cinematográfico que tiene su país gracias a películas como Las invasiones bárbaras, La edad de la ignorancia (ambas de Denys Arcand) o la más reciente Profesor Lazhar, de Philippe Falardeu.

Lo mejor: El reducido metraje.

Lo peor: Que se hace muy largo.

Sinopsis

Un cuento gótico actualizado sobre crimen y redención. Cuando una chica no identificada es encontrado muerta en un lago -víctima de un crimen muy violento- Walter, oficial de policía de una pequeña ciudad, es avisado para investigar un asesinato por primera vez en muchos años. Atormentado por su pasado, por la desconfianza de la comunidad y por un policía estatal que supervisa la investigación, Walter se dispone a resolver el puzzle.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Brendan Steacy
  • Montaje: Ed Glass-Donnelly
  • Música: Bruce Peninsula
  • Duración: 75 min.
  • Público adecuado: +18 años (VX)
  • Distribuidora: Visit
  • Canadá (Small Town Murder Songs), 2010
  • Estreno: 22.5.2010
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