La mirada de Ouka Leele: Los trenes de dos artistas entran en la misma estación

La cuarta película de Rafael Gordon es cine de aventuras, de dos aventuras: la de la fotógrafa y pintora Ouka Leele, que pinta Mi jardín metafísico, un mural de 240 metros cuadrados en una calle de Ceutí, un pueblo murciano; y la del director y guionista Rafael Gordon que en su cuarto largometraje encuentra un personaje de los que le gustan, una mujer luminosa, vital, efervescente, a mitad de camino entre las protagonistas de sus dos películas anteriores, La reina Isabel en persona (2000) y Teresa, Teresa (2003).

Gordón y Ouka LeeleBárbara Allende comparten actitud vital, de algún modo comparten fascinación por la ascética y la mística del impulso arrollador de dos personajes fascinantes, de dos mujeres soñadoras, Isabel de Castilla y Teresa de Jesús. Y lo hacen en una película que es muy difícil llamar un documental… y a otra cosa mariposa.

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Lo que ha hecho Gordon no es un documental, insisto, es una aventura, un viaje lleno de sorpresas al interior de una artista protagonizado por otro artista, una película de aventuras en la que Gordon se confiesa «deudor de Dreyer, Chaplin, De Sica, Ford, Buñuel, Vigo y otras dos docenas de directores incluidos Saura, Melville, Kaurismäki y Jarmusch«. Y estamos de acuerdo, por la sencilla razón de que a Gordon se le notan las películas que ha visto, los libros que ha leído, las cosas que le hacen perder pie.

De la vida, de la muerte, del arte, de la enfermedad, de la belleza, de la creatividad, de la maternidad, de la familia, de Cibeles, del museo del Prado, de Madrid, de los 80, del campo, de la ciudad, del trabajo del artista hablan de una manera nada convencional Ouka Leele y un magistral Gordon que pinta con su cámara sobre el rostro de una mujer tímida que tiene mucho que decir, pero que no se siente cómoda al otro lado del visor. Este último particular, nos permite aventurar que Allende tendrá más de una oferta para repetir presencia en el cine porque es una actriz formidable, en gran medida por la sabia manera que ha tenido Gordon de dirigirla.

Cinco años de trabajo

Durante cinco años, Gordón ha viajado, no solo a Murcia para seguir la gestación del mural pintado por Ouka Leele entre 2002 y 2004. A la vez, el director ha buceado en el archivo personal de la artista madrileña de 52 años, hija de un arquitecto video aficionado que aporta algunas imágenes memorables.

El archivo (fotografía, video, pintura) de Ouka Leele permite a Gordon un ejercicio fascinante de montaje (un verdadero capolavoro de Íñigo Madurga), con una narración muy ágil y amena -resulta deslumbrante la imaginativa entrevista de Bárbara Allende a Ouka Leele-, llena de sugerencias, a la que contribuye un trabajo musical de primera línea firmado por Eva Gancedo y Jorge Magaz, que incluye una bellísima canción interpretada por Inma Serrano, con letra del fallecido realizador Ricardo Franco (La buena estrella). El montaje de sonido de José Luis Vázquez es un trabajo para quitarse el sombrero y regalárselo: ya nos gustaría que producciones con muchos más medios contaran con ese esmero.

Como reconocen Gordon y Ouka Leele, la fotografía del malogrado Julio Madurga (1948-2008) es esencial. Madurga ha sido uno de los operadores de cámara más importantes del cine español, con trabajos en películas de Saura, Miró, AlmodóvarAmenábar, Cuerda, Martínez Lázaro, Mercero, etc, etc. La mirada de Ouka Leele y la pendiente de estreno King Conqueror (la película de José Antonio Escrivá cuenta la vida de Jaime I, interpretado por Tim Roth) han sido sus últimos trabajos. Y su trabajo en digital (una manera ideal para preservar el pudor y el aire confidencial que requería este trabajo, luego kinescopado a 35 mm) es muy bueno, a ratos, sencillamente conmovedor (esa secuencia de la artista describiendo la casa de campo donde empezó a soñar desde el exterior de la verja, es cine de muchos quilates).

Por si acaso alguien solo lee los finales de las críticas largas: estamos ante una de las mejores películas españolas de los últimos años. Si va a los Goya, deberían hacerle mucho espacio, porque no va a caber. Tan grande es esta película sencilla y compleja, que te deja -nadie mejor que Juan de la Cruz para cerrar estas líneas– con el pecho del amor muy lastimado.


Arriba: La calidad del guión y del montaje de sonido.

Abajo: Algún titubeo reiterativo en el final, redimido con un gran plano de cierre.

Ficha Técnica

  • País: España, 2009
  • Fotografía y cámara: Julio Madurga
  • Montaje: Iñigo Madurga
  • Música: Jorge Magaz, Eva Gancedo
  • Sonido: José Luis Vázquez
  • Duración: 117 min. Jóvenes
  • Estreno: 18 junio 2010
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Reseña
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Profesor universitario de Narrativa Audiovisual, Historia del Cine y Apreciar la belleza. Escritor