La Navidad mágica de los Jangle

La Navidad mágica de los Jangle: Sabor clásico

· La historia tiene momentos dramáticos y otros divertidos, el tono es siempre amable: ni siquiera los malvados son totalmente detestables.

Estamos en Cobbleton, patria chica del maravilloso inventor Jeronicus Jangle, hombre de grandísima creatividad, dedicada a la fabricación de juguetes. Bueno, en realidad estamos en una casa donde dos chiquillos piden a su abuela que les cuente un cuento, y ésta atrapa un extraño y maravilloso libro, que cobra vida, y comienza a relatar la historia de Jeronicus Jangle…

La Navidad mágica de los Jangle es un musical inspirado directamente de Chitty Chitty Bang Bang (con algunos elementos de otros clásicos). Es inferior a su modelo, pero es una buena película familiar. La parte navideña queda relegada a la nieve, al árbol y -mucho mejor- al afán de reunir a las familias, perdonar viejos agravios e intentar hacer felices a los demás, añadiendo un toque mágico. Todos ellos ingredientes básicos en los filmes navideños norteamericanos.

Aclarado este punto, La Navidad mágica de los Jangle es una muy agradable sorpresa. Visualmente, es un alarde. Un libro de cuentos cobra vida, marionetas y decorados sustituidos por personajes de carne y hueso y un pueblo de verdad. Las transiciones del mundo real a un mundo de fantasía, oportunas e impecables, se completan y dan un tono fantástico al relato. La ambientación es atemporal y permite a los diseñadores fantasear con los espacios y con el vestuario.

Si bien los espacios fueron concebidos para el teatro, y esto los limita a unos talleres de fantasía y a un pueblo nevado arquetípico, el vestuario es una audaz mezcla de modas occidentales del siglo XIX y estilos africanos más recientes que permite un despliegue de colores y formas perfecto para los números musicales. Las coreografías tienen el sabor de los clásicos, las melodías son más modernas.

La historia tiene momentos dramáticos y otros divertidos, el tono es siempre amable: ni siquiera los malvados son totalmente detestables. Encabeza el reparto Forrest Whitaker, gruñón amable, a quien dan réplica y contrapunto humorístico una divertida Lisa Davina Phillip, Anika Noni Rose (un papel breve, el de su hija Jessica y una voz extraordinaria), Madalen Mills (la nieta Journey) y muchos más, particularmente Ricky Martin, que pone voz al malvado muñeco Don Juan Diego.

La Navidad mágica de los Jangle puede convertirse en un clásico, como lo es su modelo principal, no necesariamente para Navidad.