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La pesadilla de Susi

Para contar esta historia en primera persona, la montadora Éva Gárdos ha desmenuzado los recuerdos de su propia infancia

La pesadilla de Susi

La pesadilla de Susi: American way of life

Basada en una historia real, La pesadilla de Susi se sumerge en el abismo insondable de las tragedias familiares, las pérdidas y la alegría y desconcierto de los reencuentros.

En 1950, en plena Guerra Fría, una familia húngara se ve forzada a abandonar su hogar para salvar la vida. Ante la imposibilidad de huir con ella, tienen que dejar a su hija menor, un bebé. A raíz de esta separación, la historia de la pequeña, Susi, se bifurcará en dos direcciones opuestas. Una le une a sus padres adoptivos, con los que ha tenido una infancia feliz en Hungría; otra le lleva a un país extraño (Estados Unidos), donde se ha establecido su familia.

Para contar esta historia en primera persona, la montadora Éva Gárdos ha desmenuzado los recuerdos de su propia infancia. Tras una conversación en casa de Eleanor Coppola, Gárdos sintió que necesitaba contar su historia como relato cinematográfico. Escribió el guión ella misma y decidió acometer la dirección rodeada de un equipo de colaboradores americanos y húngaros.


Entre ellos, destaca la directora de fotografía húngara Elemér Ragályi (Ilusiones de un mentiroso) y el diseñador de producción Alex Tavularis, colaborador habitual de Coppola (Apocalipse now, Tucker, Peggy Sue se casó, El padrino III). La película refleja la belleza y la miseria de Budapest, y la juventud de la América de las oportunidades y la mezcolanza, gracias a un interesante uso de las transiciones y de los filtros con fines dramáticos. En esa dicotomía reside el verdadero melodrama que plantea la realizadora. De un lado refleja la pérdida forzosa de los valores y la búsqueda de los mismos, a la par que se busca la identificación con aquellos del país que les acoge en su seno, un EE.UU. tierra de promesas pero también de desengaños.

De la mano de Susi, interpretada por una espléndida Scarlett Johansson (que ya nos había sorprendido gratamente en Ghost world), Éva Gárdos se interroga sobre la pérdida cultural, sobre la obstinación humana en aferrarse a lo perdido y la importancia de construir el presente siendo conscientes de nuestro pasado.

De camino, aprovecha para reconciliarse con sus fantasmas y agradecer a sus padres (interpretados convincentemente por Tony Goldwyn y Nastassja Kinski ) todo el amor que depositaron en ella.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Elemér Ragályi
  • Montaje: Margaret Goodspeed
  • Música: Cliff Eidelman
  • País: EE.UU./Hungría
  • Año: S2003
  • Distribuidora: New World Films
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