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La viuda de Saint-Pierre

Leconte nos presenta una gran historia de amor, de compasión y bondad, llena de matices, de sensibilidad, y perfectamente entretejida en el ambiente burgués del siglo pasado

Juliette Binoche y Daniel Auteuil en La viuda de Saint-Pierre

La viuda de Saint-Pierre: Te amo por ser como eres

¡Amar a alguien por ser como es! Amar sus defectos y virtudes, sus alegrías y tristezas… todo. Al amor, algunos le han quitado la entrega, el sacrificio, la lealtad, y les ha quedado un pobre sucedáneo… En La viuda de Saint-Pierre se recupera esa gran acepción del amor, impregnada de romanticismo.

En la isla de Saint-Pierre, donde en el siglo de Victor Hugo y Byron ondeaba bandera francesa, vive Madame La Capitana, esposa del Capitán, máxima autoridad militar de la isla. Madame La, mujer llena de humanidad y gran bondad, se apiada de un asesino condenado a muerte –Neel Auguste-, que espera que la guillotina (la «viuda») llegue de la metrópoli. Madame La cree en su reinserción social y, con el beneplácito de su marido, hace que el condenado trabaje para el pueblo y se rehabilite para la sociedad. Mientras las autoridades civiles esperan la la guillotina, Neel se gana la estima de sus convecinos. Pero el barco con el mortal artefacto de la justicia llegará antes o después.

Patrice Leconte (El marido de la peluquera, Ridicule, La chica del puente), nos presenta una gran historia de amor, de compasión y bondad, llena de matices (¿ama Madame La a Neel, o es sólo piedad?), de sensibilidad, y perfectamente entretejida en el ambiente burgués del siglo pasado.


Los actores, alejados del histrionismo, se ponen al servicio de esta gran obra: Juliette Binoche, Daniel Auteuil y Emir Kusturica (el otrora realizador de las surrealistas Gato negro, gato blanco y Underground), se bastan con sus miradas, sus gestos, sus ademanes, para darnos una clase de interpretación.

Disfrutemos de este alegato contra la pena de muerte, de la lanza que se rompe a favor del bien, de la belleza de los paisajes, de personajes de carne y hueso, gallardos y miserables, misericordiosos y vengativos. Saboreemos esta historia de amor, de amor verdadero: «Te amo por ser como eres».

Ficha Técnica

  • País: Francia (La Veuve de Saint-Pierre, 2000)
  • Fotografía: Eduardo Serra
  • Música: Lesley Barber
  • Vestuario:Christian Gasc
  • Estreno en Francia: 19 de abril de 2000
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