Las leyes de la frontera

Las leyes de la frontera: Te estoy amando locamente…

· Crítica de Las leyes de la frontera | Estreno 8 de octubre de 2021.
· Se acumulan en el metraje los estereotipos y las subtramas resueltas con dos brochazos arquetípicos.

Daniel Monzón adapta una novela de Javier Cercas, podando su contenido como es lógico y normal. Gerona, 1978. Nacho Cañas, un chaval de 17 años, vive con sus padres: marido funcionario y madre ama de casa. El chaval sufre el acoso brutal de sus compañeros de colegio. Al conocer a unos quinquis, descubre un mundo prometedor. Monzón tiene buena mano para el cine marginal y ahí está Celda 211, que es magnífica, y El Niño, que no lo es, pero tiene muchas cosas interesantes.

Las leyes de la frontera tiene mucho de retrato de una época y el guion de Guerricaechevarría y Monzón pone el foco en el hipnotizador flechazo de Nacho Cañas por la Tere, una gitana que forma parte de la banda criminal y está muy unida a su líder, el Zarco. Mucho erotismo tórrido barre el resto de la historia, que se desdibuja y pierde coherencia, especialmente por un puñado de finales que intentan hacer creíble lo que no lo es. Se acumulan en el metraje los estereotipos y las subtramas resueltas con dos brochazos arquetípicos, especialmente en el lado policial.

Monzón rueda muy bien las secuencias de acción, dirige con talento a su reparto y cuenta con una música poderosa. La película podría ser grande pero se queda pequeña: deja un regusto de buen cine frustrado por malas decisiones que devalúan la originalidad de la propuesta.