Las niñas bien

Las niñas bien: El mundo de las apariencias

Alejandra Márquez Abella (Semana Santa) adapta el libro homónimo de Guadalupe Loaeza, en el que muestra la vida de una serie de mujeres de la alta clase media mejicana, en los años ochenta, inmediatamente anteriores a la gran crisis financiera. La protagonista es Sofía, a quien vemos en su gran mansión, con sus criados y niñeras, acudiendo al club deportivo, a tiendas de lujo y a fiestas. Hay que tener cuidado con las fiestas, a quién invitas y quién te invita. La vida transcurre sencilla y fácil, hasta que las medidas que toma José López Portillo afectan el negocio familiar.

Interesante filme que ilumina Ilse Salas (Sofía, Colosio) de principio a fin. La película consiste en seguirla a lo largo de las mil naderías de la vida cotidiana. Ritmo lento, espacios cerrados, montaje riguroso y una banda sonora que mezcla el sonido directo con melodías sugerentes y con la voz interior de la protagonista, no siempre en sintonía con la imagen sino con su pensamiento, componen un relato fascinante.

Márquez Abella logra transmitir lo que piensan y sienten esas mujeres para las que aparentar es un arte; mujeres a las que sus maridos nunca han dado explicaciones y ellas fingen que todo va bien mientras se dan cuenta de que el pedestal en el que están aupadas se desmorona.

Una película de circunstancias que tiene mucho de historia universal, una parábola que se puede aplicar a diferentes contextos. Una cinta muy diferente de lo que se suele considerar cine mejicano.