Llamada perdida

Nueva entrega terrorífica made in Japan con el aliciente de estar realizada por el cineasta de culto Takashi Miike

Llamada perdida (2003), de Takashi Miike

Llamada perdida: Fantasmas virtuales

Llamada perdida. Tras el éxito de The ring de Hideo Nakata el mercado occidental se ha visto progresivamente invadido por producciones asiáticas de terror. Si bien es cierto que el film de Nakata supuso una ráfaga de aire fresco para el género y una grata sorpresa, las posteriores incidencias en este terreno han resultado bastante desiguales. En la mayoría de los casos se toma la misma fórmula y sobre ésta se realizan diferentes variaciones, véase, mujer joven entra en contacto con fantasma atormentado para pasar miedo durante dos horas.

Este es básicamente el argumento de Llamada perdida, nueva entrega terrorífica made in Japan. Con el aliciente de estar realizada por el cineasta de culto Takashi Miike (Hara-Kiri: Muerte de un samurái), la película explota el filón de The ring con la diferencia de que en esta ocasión el mal se propaga por el teléfono móvil en lugar de con un vídeo cassette. El gran acierto del filme, al igual que en sus predecesoras, consiste en crear el terror a través de objetos de la vida cotidiana y mezclarlos con el amplio folklore asiático. Muy efectivista, Llamada perdida mantiene una coherencia impecable hasta la última media hora de metraje, en la cual igual que en La maldición se transgreden las reglas establecidas para crear el pánico.

A pesar del manido falso final y de las trampas, cabe destacar la impactante planificación de Miike que sabe mezclar como pocos la brutalidad de lo que cuenta con la belleza del encuadre, por ejemplo en los diversos flash-backs de la película.



Llamada perdida (Chakushin Ari)

Japón, 2003

Ficha Técnica

Fotografía: Hideo Yamamoto Montaje: Yasushi Shimamura Música: Kôji Endô Distribuidora: DeAPlaneta

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