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Los archivos del Pentágono

A Spielberg le falla el texto y el tono para contar algo muy interesante. Soso y simplón ejercicio mitificador de un periodismo de cuento de hadas

Los archivos del Pentágono

Los archivos del Pentágono: Mitos y leyendas

· La mitificación del periodismo en general y de la redacción del Washington Post es a ratos pueril en Los archivos del Pentágono.

Spielberg no es Capra, tampoco Hawks. En esta película, con un guion de Josh Singer (Spotlight) y Liz Hannah, parece ilusionado en emularles. El problema es que Capra y Hawks fueron maestros endiabladamente divertidos, chispeantes, emotivos, malévolos, realistas, fabuladores superdotados. No hay más que ver esas maravillas tituladas Mr. Deeds Goes to Town y His Girl Friday. En ambas películas hay guiones fascinantes (Riskin, Lederer, Hetch, MacArthur): la ficción y la realidad, la ligereza cómica y la hondura crítica, el amor a las cosas buenas de America y el rechazo a las malas se concilian de una manera inolvidable.

La mitificación del periodismo en general y de la redacción del Washington Post es a ratos pueril, tanto que parece que Spielberg hubiera hecho la película para un jardín de infancia de hijos de periodistas. Engolado, pomposo, maniqueo, adulador, el relato incurre en la grandilocuencia y se hace aburrido y plano. Streep y Hanks lo acusan: el retrato de Graham y de Bradlee es tan simplón que, por momentos, parece un vídeo promocional del Post.


Una película sobre las relaciones entre el poder político y el poder periodístico, sobre las formas y las maneras de servir a la verdad o de servirse de ella requerían a un Spielberg en su mejor forma.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Janusz Kaminski
  • Montaje: Michael Kahn
  • Música: John Williams
  • Duración: 116 min.
  • Público adecuado: +16 años
  • Distribuidora: eOne
  • EE.UU. (The Post), 2017
  • Estreno: 19.1.2018
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