Los Croods: Una nueva era

Los Croods: Una nueva era | Segundas partes buenas

· Se notan las aportaciones de los hermanos Hageman (La Lego Movie, Trollhunters), que han añadido aún más ingenio en los diálogos, los golpes de humor visuales y el ritmo de la historia que no decae en ningún momento.

En 2013 Kirk De Micco y Chris Sanders crearon una familia prehistórica que tenía todos los alicientes para ser una franquicia necesaria para las arcas y la creatividad de Dreamworks. La película fue todo un éxito económico (587 millones de dólares), infravalorado ante el tsunami de Disney en el siglo XXI: Frozen, la película de animación más taquillera de todos los tiempos con casi 1300 millones de dólares. Han pasado siete años desde entonces y el tiempo ha jugado a favor de los prehistóricos. Mientras que Frozen 2 generó muy poca simpatía, la secuela de The Croods: Una nueva era ha mantenido el altísimo nivel de su precedente.

En esta ocasión De Micco y Sanders solo han participado como guionistas, pero el primerizo director Joel Crawford ha mantenido el estilo y la calidad de animación de la película original. Se notan las aportaciones de los hermanos Hageman (La Lego Movie, Trollhunters), que han añadido aún más ingenio en los diálogos, los golpes de humor visuales y el ritmo de la historia que no decae en ningún momento. Pero esa trepidación no ha entrado en el carril hiperactivo y saturado en el que habitualmente cae la animación de Dreamworks. Vuelve a haber una historia de maduración que da un cierto peso dramático a la historia que, aunque es más endeble que en la primera parte, resulta muy acertada en su arranque y conclusión.

El público adulto conectará con muchos guiños al mundo actual como la influencia de la tecnología en las rutinas familiares, la referencia constante a la necesidad de espacio individual o los problemas en la educación de los adultos infantilizados que quieren que sus hijos se parezcan eternamente a Peter Pan. Tampoco tiene desperdicio el retrato de amor adolescente que genera algunos de los mejores momentos de la película.

Mientras que en la versión original se mantienen las voces de Nicolas Cage o Emma Stone, en el doblaje español se han introducido dos voces nuevas prácticamente desconocidas en animación, la de los actores Raúl Arévalo y Anna Castillo. Ambos hacen una buena interpretación de sus peculiares personajes.