Los hombres libres de Jones: Una gran historia con un gran actor

· La escritura del personaje protagonista, permite una de las mejores interpretaciones de Matthew McConaughey, sin duda superior a aquella por la que le die­ron el Oscar.

La Historia está llena de sucesos increíbles, la mayoría desconocidos, y la aventura de Newton Knight es uno de ellos. Enfermero del ejército confederado, en 1863 -tras la batalla de Corinto-, harto de ver escándalos e injusticias, deserta y vuelve a su casa en el condado de Jones, Mississippi. Allí llama la atención al ayudar a los pobres granjeros que eran explo­ta­dos por la Confederación que privilegiaba a los gran­jeros ricos. Obligado a esconderse entre los pantanos, poco a poco se le unen esclavos fugitivos, pequeños granjeros amenazados y otros desertores. Al fi­nal, esa pequeña banda de marginales desafía a la Con­federación y proclama el estado libre de Jones, Mi­ssissippi, donde todos son iguales, sin distinción de raza o de fortuna.

Gary Ross (Los Juegos del Hambre, 2012) ha escri­to y di­rigido una obra original, una anécdota históri­ca lle­na de interés, la rebelión espontánea de los hu­mil­des cuyo eco siguió oyéndose durante varias ge­nera­cio­nes. Ross debía tener en mente Los Juegos del Ham­bre cuando conoció la historia de Jones y vio el pa­ralelo: la capital y la periferia, los que debían entregar sus hijos a la masacre y los que los podían guar­dar, los que vivían en la opulencia y los que morían de hambre; de ahí que viera su potencial fíl­mi­co. Ahora bien, Los hombres libres de Jones es una película históri­ca y ha realizado un trabajo notable: en primer lugar, una cui­dada ambientación sureña, lejos de los tópicos, que muestra una realidad rica y compleja; con frecuencia intercala imágenes de archivo a las rodadas por él. La escritura del personaje protagonista, per­mite una de las mejores interpretaciones de Ma­tthew McConaughey, sin duda superior a aquella por la que le die­ron el Oscar: héroe a la fuerza, pragmático, y el espectador entiende su lucha, es más, la comparte.

La película de Gary Ross tiene un problema de definición, que pesa más en Estados Unidos que en el res­to del mundo, de ahí su fracaso de taquilla. Podría ha­ber sido una gran película bélica, y no lo es, aunque cuenta con varias notables secuencias en el fren­te; podría haber sido un drama histórico sobre un personaje célebre, pero se queda corto; podría ha­ber sido un romance interracial, un manifesto libertario, e incluso un documental; toca todos los palos y no se queda con ninguno. Las decisiones son del di­rector-guionista, que ha optado por contar la historia a su manera, híbrida. El resultado sigue siendo no­table, apasionante, pero sin duda no la obra maestra de cine que esta aventura merece.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Benoît Delhomme
  • Montaje: Pamela Martin, Juliette Welfling
  • Música: Nicholas Britell
  • Duración: 149 min.
  • Público adecuado: +12 años (V+S-D)
  • Distribuidora: DeAPlaneta
  • EE.UU. (Free State of Jones), 2016
  • Estreno: 16.9.2016
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Reseña
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Historiador y filólogo. Miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos. Ha estudiado las relaciones entre cine y literatura. Es autor de “Introducción a Shakespeare a través del cine” y coautor de una decena de libros sobre cine.