Los tres mosqueteros

Los tres mosqueteros: Todos para uno

Los tres mosqueteros | El director de la saga Resident Evil afronta la énesima adaptación de la gran novela de Dumas, publicada por entregas en la prensa en el año 1844. La película, muy fantasmona con todo tipo de recursos de hortera de bolera -ralentizados, rótulazos, imitaciones de otras películas-, tiene una puesta en escena espectacular, unas localizaciones impresionantes y unos actores sosillos por lo general pero apañados.

El ritmo de las múltiples secuencias de acción es trepidante y hay que reconocer que hay imaginación y buenas coreografías de esgrima. La versión Alice de Milady de Winter que hace nuestra Milla Porqueyolovalgo -esposa del director- es divertida, con esas piruetas de circo bélico y las caritas de esquina de pasarela que tan bien conocemos.

El Cardenal Richelieu lo encarna uno de los actores de moda, el políglota austriaco Christoph Waltz, que está muy bien. La estrategia narrativa se inspira con descaro en el Sherlock Holmes de Guy Ritchie y en la retórica del videojuego -aquí más medida- que tanto gusta a Anderson. Todo para entretener a un público joven. Y vaya si lo consigue…

La cinta se rodó íntegramente en Baviera y la productora es alemana (Alemania, en esto del cine, está lanzada).

Me parece estupendo que se haga cine de aventuras pensando en un público amplio. Así que no tengo reparos en darla por buena. Quizá niños y adolescentes y adultos que no han leído a Dumas ni han visto versiones cinematográficas anteriores (no puedo con la de Sidney porque sale el espantoso-empalagoso-grimoso Gene Kelly, que baila maravillosamente pero es un actor lastimoso) será un divertimento satisfactorio. Espero que se asomen al libro. Es delicioso.

Arriba: La puesta en escena.

Abajo: La falta de carisma de los buenos.