Los visitantes la lían (en la Revolución Francesa)

Los visitantes la lían (en la Revolución Francesa) | Humor local

· Los visitantes la lían (en la Revolución Francesa) | Jean Reno parece cansado del papel, es completamente inexpresivo, y esa impresión se la lleva también el público, al menos el público no francófono.

Hace veintidós años Los visitantes conquistaron al público francés con la historia de Godefroy de Montmirail y su fiel Jacquouille -en España Delcojón– viajando en el tiempo, del siglo XII a nuestra época y encontrando a sus descendientes; en Francia se puso de moda incluso repetir algunas expresiones de la película como eran las floridas galanterías de Godefroy de Montmirail en un divertidísimo francés arcaizante. El éxito aseguró una segunda parte, e incluso un remake norteamericano protagonizado por la misma pareja Jean Reno y Christian Clavier. Han pasado 18 años y el mismo equipo ha decidido tentar a la fortuna por tercera vez y lo han hecho repitiendo fórmula, simplemente han trasladado a los incombustibles Reno y Clavier a la época más emblemática de su historia, la Revolución: naturalmente encontrarán a sus descendientes y naturalmente también estarán a punto de perder la cabeza.

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Los visitantes la lían tiene un problema, su humor consiste en repetir hasta la saciedad el gag de hace veinte años: dos tipos arquetípicos fuera de su época, sorprendiéndose a cada paso con los cambios que han ocurrido; se empeña además en insistir continuamente en los mismos detalles de humor escatológico sobre la comida y la higiene; al final, al menos para los no franceses, la historia se hace tediosa. Por otra parte han olvidado explotar la Revolución y sus infinitas posibilidades.

Jean Reno parece cansado del papel, es completamente inexpresivo, y esa impresión se la lleva también el público, al menos el público no francófono. Christian Clavier parece más entusiasta y tiene un papel más interesante -aunque se queda a medio camino-, un siervo a quien le hablan de igualdad, podría darle una vuelta a la historia, pero…

En fin, una película demasiado local, pero en Francia y en los países de habla francesa ha vuelto a funcionar, y promete una cuarta entrega, esperemos que sea la última.