Mal día para pescar

Mal día para pescar: Brillante y conmovedora

Lo que son las cosas. Sinceramente, no iba yo muy motivada al pase de prensa: una película de boxeo en ambientes cutres… Pero los comentarios previos eran positivos… Así las cosas, se apagan las luces y poco a poco me olvido de todo, me relajo y sucumbo ante el encanto de esta brillante y tierna opera prima, obra del uruguayo Brechner, de 33 años.

Esta road movie que se desplaza por pueblos de América del Sur se detiene en Santa María, una localidad provinciana donde el manager Orsini lanza el desafío habitual -nunca antes aceptado-, de que alguien se bata por mil dólares con el campeón del mundo de lucha libre, Van Oppen. Sorprendentemente se presenta un candidato, un empleado de un almacén, urgido por su novia.

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Pero en realidad la historia de Jacob van Oppen, un tipo que está para el arrastre, y su pícaro manager –Príncipe Orsini se hace llamar- es mucho más que lucha libre. Es un canto a la amistad -no exenta de picardía y mucho ingenio-, a la lealtad y la coherencia… a pesar del trasfondo de estafa que pueda suponer la historia.

Estamos ante un cuento exquisitamente narrado, de preciso ritmo, que apresa cada vez con más fuerza hasta el desenlace final. Un híbrido, entre el western y el negro, donde hay lugar para la tensión y para el dramatismo, pero también para el humor.

La cálida fotografía te sumerge en la vida de unos atractivos personajes, a pesar de sus miserias.

Entre los actores, todos estupendos, sobresale Gary Piquer, que merecidamente se llevó el Astor de Plata al Mejor Actor en el Festival de Cine de Mar del Plata. El finlandés Jouko Ahola está perfecto como luchador, tan bruto e irracional a veces como tierno y humano. Manager y luchador son don antihéroes apaleados por la vida, pero que, a pesar de los pesares, se enfrentan al futuro con cierta ingenuidad y con esperanza.

Basada en Jacobo y el otro, uno de los cuentos más célebres del conocido escritor uruguayo Juan Carlos Onetti -el centenario de su nacimiento se celebra este año-, Mal día para pescar es bastante fiel a su espíritu, excepto en el desenlace, que en mi opinión engrandece la obra de Onetti. La cinta aspira al Oscar a película en lengua no inglesa.

▲ Lo bien que lleva la historia.

▼ Que no salga con más copias.