Maldita jungla

Maldita jungla: Humor a la francesa

· Crítica de Maldita jungla | Estreno 28 de mayo de 2021.
· Los realizadores han conseguido demostrar que son atrevidos y que tienen talento: el resultado es apreciable, tiene empaque y está bien rodada.

Elliot es un joven antropólogo algo ingenuo, al que tanto su madre -famosa antropóloga- como su florido apellido –de Bellabre– le pesan demasiado. Contra todo pronóstico y contra la opinión de su madre pide y consigue une beca, medio para obtener prestigio e independencia. Parte a la Guayana francesa para estudiar a los Otopi, una misteriosa tribu que se oculta en la jungla amazónica. Allí descubrirá que los Otopi están muy civilizados.

Maldita jungla es el primer largo de Hugo Benamozig y David Caviglioli, periodista uno, de la escuela de cine FEMIS el otro, con una buena serie de cortometrajes los dos. El guion, también obra suya, está inspirado en las vivencias de un antropólogo amigo en Perú. El problema es que les inspiró una farsa excesivamente ambiciosa para su experiencia. Sobre el papel se trata de una gamberrada genial: repensar la aventura del buen explorador europeo y poner «patas arriba» las autoridades académicas, la gendarmería, el ejército, los inmigrantes, la ecología, el paraíso perdido… bello proyecto que les viene grande. Han conseguido demostrar que son atrevidos y que tienen talento: el resultado es apreciable, tiene empaque y está bien rodada, pero no consiguen provocar la hilaridad que pretenden. El problema, como en toda comedia inteligente, es el equilibrio. Todo es absurdo, falta el elemento de contraste que provoque hilaridad.

El joven protagonista, interpretado por Vincent Dedienne (Club de padres), en un papel que ya ha interpretado más de una vez en televisión, es una mezcla de timidez, despiste, (falsa) ingenuidad y maquiavelismo que gusta mucho a un público francés, un hombre inteligente que habla mucho y que está fuera de lugar. Catherine Deneuve (La verdad), la gran dama, borda su papel de mantener la compostura y el dominio todo el tiempo. Tenemos además a Jonathan Cohen (Primeras vacaciones), como descerebrado jefe de policía. Roba la película a Dedienne pero tampoco consigue impulsarla. Hay demasiada coherencia en esa farsa para ver algo más que un curioso y simpático ejercicio de humor absurdo.