María Magdalena: Una lectura muy particular

· María Magdalena cuenta muchos momentos de la vida pública de Jesús, sin respetar la literalidad evangélica, y nos ofre­ce imágenes muy hermosas de la piedad de Cristo, de su profunda empatía humana.

La última película del australiano Garth Davis, que el pa­sado año cautivó al público con Lion, ofrece una reinterpretación feminista de la predicación de Cristo, así co­mo de los orígenes de la Iglesia. El guion está escrito por las británicas Helen Edmundson y Philippa Gos­lett. La primera es una veterana escritora, muy premiada por sus adaptaciones de clásicos, y curtida en tra­bajos sobre el empoderamiento de la mujer. Goslett es coguionista de How to Talk to Girls at Parties, cinta trans­gresora adolescente que indaga en los roles mascu­li­no y femenino. El guion se apoya en algunos evange­lios apócrifos gnósticos, como el llamado Evangelio de To­más, o el de María Magdalena, para ofrecer una lectura muy particular de la relación de la Magdalena con los após­toles, y concretamente con el celoso Pedro (Chiwetel Ejiofor en la cinta), quien la considera nociva para la comunidad.

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Está interpretación heterodoxa, aunque es la columna vertebral del filme, no lo agota completamente. La pe­lícula cuenta muchos momentos de la vida pública de Jesús, sin respetar la literalidad evangélica, y nos ofre­ce imágenes muy hermosas de la piedad de Cristo, de su profunda empatía humana, o de su alma acongoja­da ante la proximidad de la muerte. Sin que se pueda ha­blar, creo yo, de una intención desdivinizadora. Por otra par­te, aunque Joaquin Phoenix no parezca a priori el ac­tor más idóneo para encarnar a Cristo, lo cierto es que es tal la fuerza de su mirada, que consigue dar una hon­du­ra creíble al personaje. La película pasa de puntillas por la vida de Jesús, así como por su Pasión, porque la verdadera protagonista es María de Magdala (Rooney Ma­ra), que no es ninguna prostituta, sino una joven que ha roto con su familia al negarse a contraer matrimonio con quien han dictaminado su padre y su hermano. En es­te sentido, la película la señala como una pionera del fe­minismo que se rebela contra un modelo patriarcal, y po­ne mucho énfasis en mostrar cuál era la situación de la mujer en aquel mundo. Jesús aparece como el primer gran luchador por la dignidad de la mujer.

La puesta en escena es elegante y armoniza una narrativa clásica con elementos más modernos, como la me­táfora inicial del agua. La película como tal es buena, desde un punto de vista artístico. Entre los aciertos de su guion está subrayar aspectos de la persona y predicación de Jesús que iluminan el presente. El gran pro­ble­ma es su oportunismo ideológico y su tergiversación his­tórica. Es una cinta claramente militante feminista, pe­ro no groseramente provocadora. El discurso final de Pe­dro, y los comentarios de los créditos, son tan vehementes que perjudican el tono más sutil de gran parte del relato.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Greig Fraser
  • Montaje: Alexandre de Franceschi, Melanie Oliver
  • Música: Hildur Guðnadóttir, Jóhann Jóhannsson
  • Duración: 120 min.
  • Público adecuado: +18 años
  • Distribuidora: Universal
  • Reino Unido (Mary Magdalene), 2018
  • Estreno: 16.3.2018
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