Martin Eden: Los clásicos nunca mueren

· Martin Eden | Estreno 18 de diciembre de 2020.

· Formalmente, la película sorprende por una narrativa audaz con insertos -a lo largo del argumento, los textos que Martin lee y los ensayos que escribe- de imágenes antiguas en diferentes formatos analógicos, mezcla de fic­ción y realidad.

Recuerdo que hace quince años me bebí «literalmente» la novela Martin Eden, arrastrada por el ansia con que el joven proletario convertido en marinero aspira a al­canzar las altas cumbres de la literatura para ser merecedor del amor de Ruth Morse, una muchacha burguesa.

- Anuncio -

El escritor Jack London la publicó por entregas en The Pacific Monthly entre 1908 y 1909, y volcó en ella bue­na parte de su biografía, incluida la causa de su muer­te. Él mismo se autoeducó en la biblioteca pública de San Francisco leyendo libros. Y fue la novela Signa, de la escritora Ouida (Marie Louise Ramé), que narra có­mo un joven campesino italiano sin estudios escolares ob­tiene fama como compositor de ópera, su inspiración pa­ra empezar a escribir.

Es curioso porque, más de un siglo después de la publicación de la obra literaria, el director italiano Pietro Mar­cello estrena su película Martin Eden, situando al pro­tagonista en su Nápoles natal, a finales del siglo XIX, y cerrando así el círculo creativo. Marcello nació en Caserta en 1976 y estudió pintura en la Academia de Bellas Ar­tes, pero se considera también un autodidacta en ma­te­ria cinematográfica. Con esta obra quiere gritar a las ge­neraciones jóvenes que no se puede vivir de forma su­perficial, que la libertad viene a través de la cultura y és­ta ha de ser accesible a todos.

Comentaba el cineasta a los periodistas que cubría­mos el Festival de Cine Europeo de Sevilla, donde el fil­me obtuvo el Giraldillo de Oro, que la acción se tras­la­da a Nápoles, porque «Martin Eden está por todas par­tes, pue­de ser el joven que deja Extremadura para bus­carse la vida en Madrid, o el siciliano que trata de es­capar de la miseria económica y cultural». «Aunque en Italia no tenemos a Conrad, Melville o el Atlántico -añadía-, te­nemos a Pasolini y el Mediterráneo. Por eso quise tras­la­dar la historia del contexto que yo conocía, y eso en realidad es posible porque Martin Eden es un arquetipo».

Sobre la base del clásico transportado a otro tiempo y lugar, Marcello construye una obra épica y atemporal, re­pleta de humanismo. Un relato vivo de las ideas de Euro­pa y de las tensiones sociales de la Italia del siglo XX, una historia sobre un hombre vitalista -mezcla de tos­quedad de obrero, físico de latin lover, sensibilidad, pa­sión y vulnerabilidad, que acaba siendo víctima de su in­dividualismo y de su desilusión. «Un personaje contemporáneo -decía el director italiano- y un héroe más en un sentido negativo que positivo, ya que traiciona a la clase a la que pertenece por el individuo, y cuando al­canza el éxito ya no tiene nada que decir».

Formalmente, la película sorprende por una narrativa audaz con insertos -a lo largo del argumento, los textos que Martin lee y los ensayos que escribe- de imágenes an­tiguas en diferentes formatos analógicos, mezcla de fic­ción y realidad. A veces parecen homenajear a la no­vela de Jack London, con buques de grandes velas, otras quizá son imágenes de la infancia del director imbuidas en una banda sonora electrizante. La fotografía, el diseño de producción, las interpretaciones, todo rezuma coherencia interna y libertad creativa.

(Esta crítica se publicó en el número 200 de la revista FilaSiete, correspondiente a diciembre de 2019. Cristina Abad falleció el pasado mes de septiembre)

Ficha Técnica

  • Fotografía: Francesco Di Giacomo, Alessandro Abate
  • Montaje: Aline Hervé, Fabrizio Federico
  • Música: Marco Messina, Sacha Ricci
  • Duración: 129 min.
  • Público adecuado: +16 años
  • Distribuidora: Wanda
  • Italia, 2019
  • Estreno: 18.12.2020
Suscríbete a la revista FilaSiete