Mi nombre es Khan: Las otras víctimas del 11-S
No hay despliegue de música, bailes o estrafalarios vestidos de colores. En la cara más dramática de Bollywood las mujeres tienen otras preocupaciones además de conseguir marido, y los padres otras funciones que organizar las interminables bodas de sus hijas. Boyle y Tandan ya nos mostraron que el cine indio también puede profundizar en cuestiones como el dolor, la violencia, el racismo y, en definitiva, todo aquello que convierte la vida en un verdadero drama. Y ahora, aunque salvando las distancias, Karan Johar toma el relevo en esta carrera de fondo por dotar de integridad y solidez al cine bollywoodiense.
Ojo, porque he dicho “salvando las distancias”. Si en algo se parecen Slumdog y Mi nombres es Khan es en que no se andan con tapujos a la hora de mostrar las atrocidades, pero tampoco se recrean en ellas a la manera de Millennium, sino que rescatan, a través de los personajes, ese resquicio de humanidad que aún no ha claudicado al horror y a la violencia. Aun así, el resultado tiene mucha más fuerza en Slumdog a pesar de contar con un presupuesto más bajo. Y es que el principal error de Khan es que el guión es demasiado elemental.
El protagonista, un musulmán con el síndrome de Asperger, emprende un viaje prometeico tras el presidente de Estados Unidos con la finalidad de demostrar que no es un terrorista y recuperar así al amor de su vida.
Hacer depender el hilo narrativo de la voz y la mirada de un autista lleva irremediablemente a una excesiva ingenuidad y sencillez a la hora de juzgar la realidad. Pero ello no es excusa para la falta de sutileza en el guión; para que Johar nos esté diciendo constantemente lo que tenemos que pensar y que sentir (sobre todo sentir), ni para caer en el tópico maniqueo de dividir el mundo sin más en buenos y malos.
Aun así, la humanidad de Slumdog está también presente aquí. Nos encontramos con una historia emotiva bien rodada y magistralmente interpretada por las dos grandes estrellas bollywoodienses: Shahrukh Khan en su papel de protagonista, y Kajol, la bella Mandira. Además, es interesante la visión que el director ofrece del 11-S. Más allá del sufrimiento originado en las víctimas y sus familias, se centra en los conflictos racistas originados a raíz de los atentados, el retraimiento que invadió a muchos musulmanes y el fanatismo que inundó a otros. La pena es encontrar algunos tópicos y simplicidades en el camino.
Pero, al fin y al cabo, Mi nombre es Khan es el acto de rebeldía que un personaje demasiado ingenuo trata de llevar a término en un mundo demasiado hostil. Y quizá el mundo contemporáneo esté necesitado de que alguien le recuerde, aunque sea de forma un tanto moralizante, lo que queda aún de humano entre tanta irracionalidad y barbarie.
Ficha Técnica
- Dirección: Karan Johar,
- Guion: Shibani Bathija,
- Intérpretes: Shahrukh Khan, Christopher B. Duncan, Steffany Huckaby, Carl Marino, Katie A. Keane, Tanay Chheda, Kajol,
- Fotografía: Ravi K. Chandran
- Montaje: Deepa Bhatia
- Música: Ehsaan Noorani, Loy Mendonsa, Shankar Mahadevan
- País: India
- Año: 2010
- Duración: 165 m.
- Público adecuado: +16 años (temática)
- Distribuidora: Fox
- Estreno: 28.5.2010