Mi semana extraordinaria con Tess: La isla que llevamos dentro

No hay género literario más propicio para la juventud que las novelas de islas. Durante generaciones, libros como Robinson Crusoe, La isla del tesoro o La isla del Doctor Moreau han servido a los adolescentes para escapar de lo rutinario y para adentrarse en parajes exóticos, llenos de historias y personajes sorprendentes. Dado el escenario en el que transcurre la película -en una de las Islas Frisias, en el Mar del Norte- y el papel que juega la acción dentro de la trama principal, Mi semana extraordinaria con Tess encaja muy bien dentro del clásico relato de aventuras allende del continente, si bien difiere del canon por su toque de comedia precipitada y por su aproximación al coming of age, lo que concede un aire de novedad a la introspección del relato, cuyo protagonista, Sam, es un chico de 11 años que va dejando atrás la niñez.

El filme, que adapta la novela juvenil y homónima de la escritora Anna Woltz, es un buen ejemplo de cine familiar con personajes blancos y conflictos de resolución sencilla, que, lejos de arrojar una visión ingenua de la vida, consigue iluminar aspectos radicales de nuestra existencia. La necesidad de abrirnos a los demás para comprendernos a noso­tros mismos o el alcance de la familia como núcleo privilegiado para el surgimiento de los verdaderos afectos y para el enraizamiento de la identidad de los hijos son cuestiones que, aunque no logran esconder el carácter bienintencionado de la cinta, también hacen constar sus distintas capas de significado. Tras curtirse en la publicidad, en la televisión de contenido infantil y en el cortometraje, el director holandés Steven Wouterlood aborda en su primer largo una divertida historia de adolescentes que, si bien no es ajena a los tópicos asociados a las narrativas sobre el agridulce proceso de hacerse mayor, logra a la vez resultar emotiva y sincera. Wouterlood ha explicado que se propuso profundizar en esas cosas que todos sentimos del mismo modo y, que, a la larga, condicionan nuestra mirada adulta sobre el mundo: la emoción de enamorarse por primera vez o el agradecimiento por el cariño de nuestros padres, pero también el miedo a la muerte o a quedarnos solos. Los premios que ha recibido nada menos que en la Berlinale y en el New York International Children’s Film Festival acreditan la singularidad de esta cinta dentro de una categoría de películas que, a menudo, pueden resultar excesivamente cándidas.

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El verano es una promesa

Al abordar el análisis de Mi semana extraordinaria con Tess merece la pena detenerse en la convergencia de tres elementos que no solo poseen una fuerte carga visual, sino que además estimulan dramáticamente el relato. Son el verano, la isla y el juego, conceptos que favorecen el tono entre nostálgico y vitalista de la historia, y que transportan al espectador hasta el paraíso perdido de la infancia. Vamos ahora con el primero de ellos: el verano. El arranque de la película coincide con el comienzo de las vacaciones estivales para Sam, que va a pasar una semana en la playa, en la isla de Terschelling, con sus padres y su hermano mayor Jorre. La escena de apertura condensa en pocos minutos la estética y varios asuntos centrales del metraje: el verano se presenta como una época de una belleza especial, un momento luminoso, ocasión sin igual para el esparcimiento y para el crecimiento personal. La cámara muestra primero un cielo azul pálido atravesado por los vivos colores de una cometa; después, por una gaviota; y a continuación, por toda una bandada. Estos planos subjetivos participan de la mirada contemplativa de Sam, quien, tumbado boca arriba en la arena, comienza el verano absorto en la inmensidad del paisaje y en sus pensamientos, que se irán revelando a través de la voz en off.

María Noguera

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Cine Pensado 2020El estudio crítico completo de esta película se encuentra en el libro Cine Pensado 2020, que puedes adquirir en este enlace:

Ficha Técnica

  • Fotografía: Sal Kroonenberg
  • Montaje: Christine Houbiers
  • Música: Franziska Henke
  • Duración: 82 min.
  • Público adecuado: +12 años
  • Distribuidora: Rita & Luca
  • Países Bajos (My Extraordinary Summer with Tess), 2019
  • Estreno: 31.7.2020
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