Mi vida ahora: Apocalipsis sensiblero-raruno

Mi vida ahora | Caprichosa y estúpida, la quinceañera Daisy va contando su aburrida existencia, a la que llega el amor y luego la guerra, la III guerra mundial.

Kevin Macdonald  nació en Edimburgo en 1967. Nieto de Emeric Pressburger, ganó un Oscar por el documental One day of September sobre el ataque de los terroristas de Septiembre Negro a la Villa Olímpica en 1972.

Desde 1995 ha dirigido otros 15 documentales. Su primera película de ficción fue El útimo Rey de Escocia (2006) y luego vinieron La sombra del poder (2009) y La legión del Águila (2011). Parece claro que Macdonald tiende a documentalizar la ficción, un ejercicio frecuente, que unas veces sale mejor y otras peor. Ahí está Paul Greengrass y su relectura de Bourne.

Mi vida ahora es la adaptación de una novela de Meg Rosoff, escritora estadounidense de 57 años afincada en Londres desde hace 25 años. How I live now publicada hace 10 años lleva la pegatina de bestseller y la catalogación de  literatura young-adult, tan de moda. Recoge las peripecias del viaje emocional de una chica norteamericana de 15 años que llega a una aislada granja de la campiña inglesa para pasar una temporada con la familia de una hermana de su madre. Caprichosa y estúpida, Daisy, va contando su aburrida existencia, a la que llega el amor y luego la guerra.

En línea con títulos como Amanecer rojo (John Milius, 1984), Macdonald cuenta una historia donde se supone que el estallido de una guerra, una guerra mundial, hace cambiar a la protagonista. Y digo se supone porque aquí, la historia de amor entre primos es un verdadero fiasco, porque no te crees absolutamente nada. Una bomba nuclear que explota en Londres y la invasión del Reino Unido convierte este relato distópico en otro discurso apocalíptico con intensa presencia de heroína posmoderna.

La película podría haber sido muy interesante, como la excelente  The Road, pero obviamente hay un abismo entre las dos novelas, la de Cormac McCarthy y la de Meg Rosoff.

La estrategia de Rossof es camuflar un relato adulto con ropaje juvenil (conflictos en los que los adolescentes son los protagonistas y prima su visión) pero el resultado es pobre porque se ve demasiado la mano del adulto que está jugando al pintoresquismo sensiblero y efectista -a la provocación también- mezclando el relato bucólico pastoril con la crudeza apocalíptica.

Macdonald es fiel a la novela y su relato se mueve entre los chispazos de inteligencia de Los juegos del Hambre y la memez de la saga Crepúsculo. Usa Macdonald un realismo sucio vintage, de fotografía de colección de Barbour, que mezcla a Tom Sawyer con Mad Max. La sombra de la maravillosa Hijos de los hombres se adivina, pero la película de Cuarón es muy potente y ésta no. La pátina de ensoñación pesadillesca, con el rostro raro de Saoirse Ronan y su voz omnipresente, marca el relato, a ratos entretenido y vistoso, a ratos soporífero, que han adaptado tres guionistas incluyendo a Grisoni (Miedo y asco en las Vegas, Tideland, Southcliffe).

Turbia para adolescentes, pedante y sensiblera para adultos. En tierra de nadie. Quizás por eso, la película se ha dado un castañazo tremendo en la taquilla inglesa (no llegó a los 750.000 dólares) y en la norteamericana (60.000).

Ficha Técnica

  • Fotografía: Franz Lustig
  • Montaje: Jinx Godfrey
  • Música: John Hopkins
  • Duración: 101 min.
  • Distribuidora: Filmax
  • Público adecuado: +18 años (VXD)
  • Estreno en España: 10.10.2014

How I live now. Reino Unido, 2013. 

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Reseña
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Profesor universitario de Narrativa Audiovisual, Historia del Cine y Apreciar la belleza. Escritor