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Mientras dure la guerra

Cinta interesante de Amenábar, bien que no perfecta, que generará polémica. La composición de Unamuno, por parte de Karra Elejalde, es una obra de arte

Mientras dure la guerra (Alejandro Amenábar, 2019)
· Mientras dure la guerra | Amenábar no está dando una lección de historia, ha rodado una película sobre la guerra civil con acercamiento sereno en el que reparte culpas por igual, o al menos, a ambos bandos.

Mientras dure la guerra | Repartiendo culpas

Mientras dure la guerra; originalmente ese «mientras» se escribió con minúsculas, se trata de una proposición que debía ir entre comas y que -según el guion de Amenábar– se omitió del todo en el texto original; dicha omisión permitió que Franco se mantuviera en el poder 35 años más. Pero empecemos por el principio. La película cuenta como don Miguel de Unamuno, rector de la Universidad de Salamanca, vive los primeros meses de la guerra civil, hasta la famosa agarrada que tuvo con Millán-Astray, tras la cual fue recluido en su domicilio; poco después, enfermo y desilusionado, murió.

La película cuenta, a través de Unamunola composición de Karra Elejalde es una obra de arte-, los vaivenes del pueblo español y su cerril cainismo; insiste en la terrible incapacidad española para mantener un diálogo sereno, para admitir la crítica del otro, para conceder un acierto al otro. A este respecto consigue Amenábar la más bella escena de la película. Si bien nada de esto es nuevo, llama la atención porque no se había hecho al tratar nuestra guerra civil, casi siempre compuesta de caricaturas, tópicos y buenos y malos.

Amenábar recuerda que el golpe de estado no se produjo contra la república sino contra sus desmanes; que los generales golpistas, en su mayoría republicanos, masones muchos de ellos, querían devolver el orden a las calles e instituciones. A medida que la guerra se prolonga, la junta de Burgos decide un mando único y da plenos poderes -en principio, mientras dure la guerra- a Francisco Franco, que los aceptó, y no los volvió a soltar.


Amenábar no está dando una lección de historia, ha rodado una película sobre la guerra civil con acercamiento sereno en el que reparte culpas por igual, o al menos, a ambos bandos; y, sobre todo muestra, con Unamuno, que los dos bandos se equivocaban. Al final, don Miguel fue denostado por unos y por otros. También son bien (re)tratados otros personajes, en particular Millán Astray, sensacional creación de Eduard Fernández, y Francisco Franco, un sorprendente Santi Prego. Aunque, es muy posible, que muchos no aprecien ese trabajo ya sea por exceso o por defecto.

Aclarado este punto, también hay que decir que cinematográficamente se trata de una obra bastante sólida, bien que no perfecta; y que se nota la formación visual del director y su conocimiento de los clásicos. Es interesante el modo de enlazar la historia íntima del protagonista con los acontecimientos que se están viviendo a nivel nacional e internacional, la manera de integrar pequeñas historias en un cuadro más amplio, la evolución del personaje, la preparación de los grandes momentos… y todo ello, de un modo canónico en el que se pueden reconocer fácilmente muchos modelos, pero todos ellos asimilados, produciendo una obra personal. No es redonda, dijimos, por algunas simplificaciones, por algunas repeticiones, por algunos minutos -no muchos- que sobran.

En resumen, una obra interesante, de lo mejor de Amenábar, que generará polémica.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Alex Catalán
  • Montaje: Carolina Martínez Urbina
  • Duración: 104 min.
  • Público adecuado: +12 años
  • Distribuidora: Buena Vista
  • España, 2019
  • Estreno: 27.9.2019
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Reseña
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Historiador y filólogo. Miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos. Ha estudiado las relaciones entre cine y literatura. Es autor de “Introducción a Shakespeare a través del cine” y coautor de una decena de libros sobre cine.
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