Money Monster

Money Monster: Tensión en directo

·  Money Monster | Destaca el planteamiento de narrar los sucesos en tiempo real, de pasar por diversos puntos de vista, aprovechando el directo, que la acción transcurra entre cámaras y profesionales de televisión.

Lee Gates (George Clooney) es un popular presentador de un programa económico, tanto éxito tiene que en Wall Street le consideran un genio, o al menos un gurú. Pero un día recomienda una inversión «segura» y ese valor se hunde provocando la ruina de miles de personas. La empresa en cuestión atribuye el suceso a un error informático. Un desgraciado inversor culpa a Gates, va a la cadena de televisión y lo secuestra, ante las cámaras, exigiendo una explicación pública y veraz de lo que ha ocurrido.

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El cuarto largometraje de Jodie Foster no cuenta nada nuevo, pero lo cuenta muy bien. Destaca el planteamiento de narrar los sucesos en tiempo real, de pasar por diversos puntos de vista, aprovechando el directo, que la acción transcurra entre cámaras y profesionales de televisión, y que el desgraciado protagonista quiera contar sus problemas y hacer una denuncia al público.

La parte más endeble de Money Monster es, precisamente, el descubrimiento de esa verdad, de una manera tan facilona. En realidad no tiene demasiada importancia ya que no se nota durante la proyección, solo al término de la sesión surgen las preguntas sobre la verosimilitud de algunos hechos. La denuncia sigue siendo eficaz y los actores, especialmente los tres principales (Clooney, Julia Roberts y, con un poco de ayuda, el indignado Jack O’Connell) mantienen la atención todo el tiempo.