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Múnich en vísperas de una guerra

El director alemán Christian Schwochow narra con buena dosis de intriga los prolegómenos de la II Guerra Mundial

Múnich en vísperas de una guerra (2021)

Múnich en vísperas de una guerra: Espías & diplomáticos

· Crítica de Múnich en vísperas de una guerra | Estreno 21 de enero de 2022 en Netflix.
· La cinta funciona como retrato de una época, con un esmerado diseño de producción, pero también logra mantener la trama de intriga política y de espías.

Basada en la novela del escritor británico Robert HarrisEnigma (2001), The Ghost Writer (2010)-, Múnich en vísperas de una guerra se aproxima a la Segunda Guerra Mundial antes de que esta sacuda a la vieja Europa. El guion de Ben Power hurga entre las bambalinas de la Historia aireando los tejemanejes de las altas esferas, mostrando los pormenores de los esfuerzos diplomáticos por evitar el conflicto armado, cuando el primer ministro de las islas, Neville Chamberlain, dubitativo pero bien intencionado, se las tiene que ver con un Hitler que aguarda como un lobo el momento de hacer estallar la tormenta.

Ambos mandatarios son el eje sobre el que se desarrolla la acción de una cinta que se zambulle en el gran acontecimiento que supuso la conferencia de Múnich de 1938, y lo hace desde el punto de vista de los personajes secundarios. Al director Christian Schwochow le interesa tanto la historia con mayúsculas como con minúsculas en una película sobre la amistad y la responsabilidad personal. La trama gira alrededor de Hugh Legat (George MacKay) y Paul von Hartmann (Jannis Niewöhner), un inglés y un alemán antiguos compañeros de universidad cuyos destinos colisionan con la ascensión del nazismo, y que tendrán que decidir hasta qué punto se van a involucrar en los acontecimientos o se dejarán llevar por los vientos de guerra.


El guion cuenta con detalle cómo no era en aquel momento tan sencillo ver hacia dónde se encaminaba el régimen nazi, y como las dudas y miedos de los protagonistas estaban bien justificados. La cinta funciona como retrato de una época, con un esmerado diseño de producción, pero también logra mantener la trama de intriga política y de espías, cosa que tiene su complicación cuando todos sabemos cómo acabó aquello.

El uso de la cámara en mano proporciona a la película un tono documental que le da mayor credibilidad, a pesar de lo cual Schwochow despliega una caligrafía clara, no te pierdes con nombres, fechas y situaciones como suele ocurrir con otras muchas películas de espías. Tanto George MacKay 1917 (2019)- como Jannis Niewöhner Je Suis Karl (2021)- se ajustan bien a sus papeles de jóvenes inconformistas en tiempos convulsos. El retrato que se hace de Chamberlain es creíble, y no tan duro y crítico como el que suele aparecer en los libros de historia. Hay cierto lavado de cara que nos hace comprender sus decisiones. Jeremy Irons lo encarna con tanta humanidad y detalle que olvidas que estás viendo al ganador del oscar por El misterio Von Bülow (1990). En cambio el Hitler al que da vida Ulrich Matthes, aunque no está ni mucho menos mal interpretado, no termina de resultar creíble. Entiendo que el líder nacional socialista es mucho más difícil de llevar a la pantalla, ya que el espectador lo ha visto cientos de veces en documentales, series y películas, pero en esta ocasión uno no puede dejar de ver a un actor disfrazado.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Frank Lamm
  • Montaje: Jens  Kluber
  • Música: Isobel Waller-Bridge
  • Duración: 123 min.
  • Público adecuado: +16 años
  • Distribuidora: Netflix
  • Reino Unido (Munich: The Edge of War), 2021
  • Estreno: 21.1.2022
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