Narciso y Goldmundo: El monje y el trotamundos

· Crítica de Narciso y Goldmundo | Estreno 15 de febrero de 2021. Disponible en Filmin y Movistar+.
· Los dos personajes protagonistas son poco creíbles y la trama se hace mecánica y repetitiva.

Hermann Hesse (1877-1962) escribe la novela de título homónimo en 1930. Hay mucho en ella del itinerario personal de este nieto de predicador evangélico, seminarista calvinista, librero tras el abandono muy temprano del Gymnasium, lector incansable de los románticos alemanes, simpatizante del hinduismo, acuarelista infatigable, embelesado con las sesiones de psicoterapia de Jung, trascendentalista opuesto al nacionalismo alemán y por tanto al nazismo.

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Instalado en Ticino, Suiza, ya un autor de éxito, tras dos matrimonios fallidos, Hesse se casa por tercera vez y escribe una novela río, dominada por la relación entre un monje benedictino, Narciso, y un aventurero trotamundos especializado en la cosa sexual por aquello de no haber conocido a la madre, a la que busca idealmente mientras va seduciendo a media población femenina europea y se convierte en tallista.

Hesse es buen escritor y hay pasajes de la novela que están bien, donde brilla la calidad de su prosa al describir la vida monástica, la peste y la vida de los gremios artesanales. A mí, el conjunto me parece elemental y maniqueo, con un dualismo que quizás entusiasmara a los popes de la contracultura americana de los sesenta, muy empeñados en encontrar la iluminación aunque fuera fumándose medio planeta. La novela no tiene el recorrido ni la hondura de las novelas de Sigrid Undset, por poner un ejemplo de autora que se adentra en la Edad Media con una audacia asombrosa y unos retratos femeninos inolvidables (Cristina, hija de Lavrans; Olav Audunssön).

La adaptación del austriaco Stefan Ruzowitzky (Los falsificadores) exagera el dualismo de la novela, obviando la elegancia de Hesse para narrar los asuntos en materia sexual sin descripciones calenturientas. La procacidad de Ruzowitzky es ridícula y populachera y perjudica a un relato tosco que salvo en la parte infantil no tiene fluidez. Los dos personajes protagonistas son poco creíbles y la trama se hace mecánica y repetitiva. Las reflexiones sobre la verdadera amistad son más simples que el mecanismo de un chupete (culpa del cineasta, pero en la novela no mejoran demasiado). El diseño de producción es bueno y los paisajes muy bonitos. La película es un quiero y no puedo. Sus 110 minutos se hacen eternos.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Benedict Neuenfels
  • Montaje: Britta Nahler
  • Música: Henning Fuchs
  • Duración: 109 min.
  • Público adecuado: +18 años (X)
  • Distribuidora: Vértigo (disponible en Filmin y Movistar+)
  • Alemania (Narziss und Goldmund), 2020
  • Estreno: 15.2.2021
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