Nunca me abandones: Cine de lexatín

En Hailsham sólo se permite la entrada a jó­venes sanos y futuros donantes de órganos. La amistad de Tommy, Ruth y Kathy en el tiempo será compartida por la revelación de algunos misterios de la institución.

Kazuo Ishiguro es uno de los escritores ac­tuales más prestigiosos gracias a novelas co­mo la brillantemente adaptada al cine Los restos del día, Los inconsolables o Nun­ca me abandones. En este acercamiento a la ciencia-ficción que recuerda en la temática a películas como Blade runner o Gattaca ex­plora el miedo a la soledad, a no sentirse ama­do por alguien que ama para siempre.

Alex Garland (28 días después, Sun­shi­ne) hace una adaptación fiel y sugerente de la novela, aunque se echa de menos la mayor fuerza poética del original literario, que tie­ne más hondura en la descripción de las re­laciones personales.

La película es visualmente imponente gra­cias al buen hacer de Mark Romanek (que ya dirigió con personalidad Retratos de una obsesión), la nostálgica fotografía ocre de Adam Kimmel (Truman Capote, Lars y una chica de verdad) y la omnipresen­te partitura, emotiva e intensa, de Ra­chel Portman (Smoke, La leyenda de Ba­gger Vance).

Pero sobre todo están Carey Mulligan y Andrew Garfield, que engrandecen cada pla­no y empequeñecen a Keira Knightley, que resulta exagerada ante la medida interpre­tación de sus compañeros.

La película es tan deprimente que hace di­fícil su digestión sin sustituir las palomitas por un puñado de lexatines. No resulta di­fícil entender la pobrísima taquilla que hi­zo en Estados Unidos hace seis meses. Pe­ro, insisto, es una buena película herida de un existencialismo romántico, sellado a cal y canto.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Adam Kimmel
  • Montaje: Barney Pilling
  • Música: Rachel Portman
  • País: EE.UU.
  • Duración:  103 m.
  • Público adecuado: +18 años (temática, erotismo)
  • Distribuidora: Fox
  • Estreno: 11.3.2011

NEVER LET ME GO, 2010

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