Ocean’s 13

Ocean’s 13: Regreso a los orígenes

La tercera entrega de la saga Ocean’s que dirige Steven Soderbergh es el auténtico remake de la original La cuadrilla de los 11 (Ocean’s Eleven, 1960) de Lewis Milestone. En aquella película mandaba el denominado Rat Pack (Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr. y Peter Lawford), que hacían de ellos mismos sin necesidad de interpretar. Y el asalto a un casino de Las Vegas les venía como anillo al dedo.

Soderbergh realizó un digno remake hace unos años, que le sirvió para formar su propio Rat Pack. Sin embargo, se equivocó al realizar una secuela sin alma. En esta tercera entrega acierta al volver a los orígenes, a un grupo de hombres con una fuerte amistad, que juntan sus talentos para asaltar un casino en Las Vegas. En este caso, la trama en la que se apoya el guión de Koppelman y Levien es más que frágil: estos ladrones son gente buena que van a hacer justicia frente a un horrible villano; un excelente Al Pacino se enfrenta a un equipo de estrellas que trabaja sin rivalidad, que cede el sitio en lugar de rivalizar frente a la cámara.

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No hay suspense, se sabe lo que va a ocurrir, pero el espectador se deja atrapar por la gracia y encanto de lo que está viendo -magnífica producción y montaje-, aun a sabiendas de que todo es irreal, tan irreal como las truculencias del guión, capaz de tragar con cualquier cosa porque a nadie le importa que al final las cosas no cuadren a la perfección si están tan bien presentadas, y servidas por un equipo encantador.

Ocean’s 13 es una comedia ligera, sin grandes pretensiones, con un toque nostálgico. Una película hecha para recordar que Hollywood es una fábrica de sueños y que la clave del éxito está escrita hace mucho tiempo, que no hace falta inventar nada sino aprender de los maestros.