Oddity

La película abre con una buena secuencia: una mujer sola en una gran casa perdida en medio de un bosque recibe una inquietante visita; se trata de un extraño que quiere que le deje pasar; dice que quiere ayudarla, que ha visto a alguien entrar en la casa. Un año más tarde conoceremos a Darcy, hermana gemela de la anterior, invidente, con talento de médium, que colecciona objetos raros -mágicos o encantados-. Darcy va la casa de su cuñado, donde su hermana fue asesinada -no es un spoiler-, y lleva consigo un horrible muñeco de madera de tamaño real.

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Segundo largometraje de Damian Mc Carthy (Caveat), interesante y, como su mismo título indica, algo extraño. Mezcla folclore irlandés de terror con terror gótico. Tiene un presupuesto ridículo y ningún efecto especial. Oddity parte de un guion sencillo llevado con bastante buen pulso, y ambientación. El resultado es bastante agradable para los amantes del género, los simples aficionados al gore y a los sustos no le encontrarán encanto alguno. Mantener esa ambientación, esa tensión todo el tiempo sin recurrir a clichés y con tan solo un par de actores en pantalla es todo un ejercicio de destreza.

Dicho esto, sigue siendo una película de terror, género que no es para todo el mundo. Además, habría ganado con un actor más carismático que Gwilym Lee en el papel masculino principal. Los entusiastas del género disfrutarán con el muñeco de madera y, probablemente, reclamarán su reutilización en nuevas historias.