Oh Boy

La pericia de Jan Ole Gerster para alargar lo que podría ser un corto le da buen resultado

Oh Boy

Oh Boy : Berlín, cancioncilla de una ciudad

Oh Boy | Bienvenido sea este cine capaz de salir­se del carril.

El metraje de esta película alemana, opera prima de Jan Ole Gerster, es casi una reivindicación, un ma­nifiesto. Acompañamos al joven Niko Fisher durante 24 horas, las de un niño que debería ser un hom­bre, o las de un niño que no sabe o no quiere o no puede serlo.

Perpetuo estudiante de De­recho que no pasa por la facultad ni de casualidad, Niko es un holgazán que va y viene por un Ber­lín que le acoge en blanco y negro, para que que­de claro que el color le viene gran­de a este chico bi­nario, que vive con la tarjeta de crédito que su pa­pá le rellena periódicamente.


Su ser o no ser es sos­tener las barras de los bares pa­ra que no se caigan, acompañar a amigas para que no duerman so­las, dar paseos en coche con un ti­po zumbado que imita al ta­xista de Scorsese

Alargar artificialmente el relato a los 90-100 minutos hubiese sido muy fácil, pero el director y guio­nista alemán es inteligente y lo evita: sabe del ca­risma de su actor protagonista, Tom Schilling (com­probamos su talento magnético en la excelente mi­niserie Hijos del III Reich), que lleva muy bien el tono y el tem­po de una película fresca y con encanto, a la que sobra un apoyo musical sencillamente supérfluo y, en oca­siones, hasta contraproducente.

Gerster alarga un corto y le sale bien, muy bien. Por­que se mide y da suficiente consistencia a las cua­tro o cinco situaciones que retrata: en un café, en un hospital, en un rodaje, en un campo de golf.

Los premios de la Academia Alemana a mejor película, director, guión, actores (principal y secunda­rio) y música resultan un tanto excesivos. Aunque bien pensado, en realidad son envidiables: en Espa­ña no hay arrojo ni inteligencia en la Academia pa­ra destacar de ese modo una película como Stockholm, por cierto, muy superior a Oh Boy, que no deja de ser un ejercicio de estilo demasiado cercano al primer cine de Godard con guión de Tru­ffaut, Al final de la escapada (1960), título em­blemático de la Nouvelle Vague.

Con todo, bienvenido sea este cine capaz de salir­se del carril por donde discurren tantas películas a las que sobran 20-30 minutos, películas con historias que no vale la pena contar, porque una vez mon­tadas, no interesan ni siquiera al que las está con­tando.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Philipp Kirsamer
  • Montaje: Anja Siemens
  • Música: The Major Minors, Cherilyn MacNeil
  • Duración: 83 m.
  • Distribuidora: Surtsey
  • Público adecuado: +18 años (X)
  • Alemania, 2012.
  • Estreno en España: 7.3.2014
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