Paisito

Paisito: Descompensada

Paisito trata de las heridas producidas por una dictadura. La navarra Ana Díez (Ander Eta Yul, 1990, Goya al director novel) cuenta una historia ambientada en el inestable Uruguay de 1973. Los hechos fundamentales son históricos y, en ese sentido, es de agradecer el esfuerzo de la realizadora y el guionista por no caer en el sectarismo al dibujar las diferentes posturas.

Estamos ante una historia emotiva, con heridas profundas que marcan la vida; narrada en dos tiempos, va del presente en Pamplona, con el encuentro en 1993 de Xabi y Rosana, al pasado uruguayo. El problema de la película está en el desequilibrio entre los dos tiempos. Si el pasado tiene cierta emoción e interés, el presente es anodino y poco creíble, con una deriva claramente sensiblera. La música de Lucio Godoy (El principio de Arquímedes) complementa bien la historia y la fotografía está cuidada.

Paisito fue presentada en el Festival de Málaga 2008, por el que pasó sin pena ni gloria. Lógico.

Sinopsis

Nada más pisar la tierra de sus padres, Xavi, nuevo fichaje del equipo de fútbol Osasuna de Pamplona, se da de bruces con el pasado. Ya con treinta y tantos, acaba de poner por primera vez los pies fuera del Paisito y se reencuentra con Rosana que, entre el amor y el odio, se ha pasado dos décadas esperando que Xavi viniera a buscarla y le explicara sus recuerdos de aquel Uruguay de 1973. Aquel Uruguay en el que su democracia y sus millones de cabezas de ganado no podían ocultar el descontento de la población, la corrupción sistemática de los políticos, los tupamaros, los milicos o el golpe de estado que ya se sabe que van a dar.