Personal Shopper: Haberlos, haylos

· Personal Shopper se llevó el premio al me­jor director (ex aequo, con Mungiu y su Bacalaureat) en el Festival de Cannes del año pasado.

Fantasmas. Ayer, hoy y siempre. In­materiales y caprichosos, buscan po­seer nuestros cuerpos y mentes, di­rigir nuestras decisiones hacia sus mis­teriosos propósitos. A veces nos atur­den con sus luces brillantes, con sus mensajes del más allá. Una se­sión de espiritismo puede tener más que ver de lo que parece con ese ejército de jóvenes millennials, y no tanto, ensimismados en sus pantallas o seducidos por las campañas de moda. ¿A qué fantasmas hay que te­mer más? Eso es lo que se plantea el siempre sorprendente Olivier Assa­yas. Y ya el solo planteamiento es meritorio.

Kristen Stewart, musa del director francés, interpreta a Maureen, una joven americana que se gana la vi­da como asistente de moda de una ce­lebridad caprichosa y que acaba de perder a su hermano gemelo, con quien pretende establecer contacto en el más allá.

Assayas se interna en el terror psi­cológico poniendo patas arriba el gé­nero y con un enfoque posmoderno, donde se mezclan muchas cosas: el contraste entre los intereses mun­danos y el estado de duelo, la co­municación digital, la dicotomía en­tre inclinación natural a creer y resistencia a lo que supera la razón, cues­tiones de género, etc.

Personal Shopper se llevó el premio al me­jor director (ex aequo, con Mungiu y su Bacalaureat) en el Festival de Cannes del año pasado, pero des­pertó tantas fobias como filias en­tre la crítica y el público, también en el Festival Europeo de Cine de Sevilla, donde pudimos verla. Los jue­gos prestidigitadores de focalización, el exceso de metraje centrado en el acoso telefónico, la ridícula re­presentación hectoplasmática, de­jan en el espectador la sensación ra­zonable de que le han tomado el pe­lo.

El director arriesga mucho al con­travenir las reglas del suspense y el terror fantasmagórico. Hay tal desparrame de sucesos y efectos es­peciales que luego no hay quien los recoja. En sus decisiones fílmicas pesa el interés intelectual por de­sarrollar y cumplir su hipótesis. Pe­ro no importa. En ese deambular por los tejados de la lógica, Assayas, co­mo los gatos, siempre cae de pie por­que inquieta, revuelve todo con es­píritu indómito, y no deja indiferente. Solo él es capaz de decir cosas com­plejas de una manera ligera.

Vídeo crítica de Personal Shopper

Ficha Técnica

  • Fotografía: Yorick Lesaux
  • Montaje: Marion Monnier
  • Vestuario: Jürgen Doering
  • Duración: 105 min.
  • Público adecuado: +18 años (X)
  • Distribuidora: La Aventura
  • Francia, 2016
  • Estreno: 19.5.2017
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