Pescador: La coca rinde más que la merluza

Hace dos años Sebastián Cordero (Quito, 1972) firmó su mejor trabajo (Rabia), con el que ganó el premio a la mejor película en el Festival de Cine Español de Málaga. El pasado Festival de Cine de San Sebastián presentó en la sección Horizontes Latinos su última cinta en la que un pescador pobre, que vive en la miseria, ve en la droga la posibilidad de huir a la ciudad, enriquecerse y encontrar al padre que le abandonó.

La historia podía dar de sí, pero el tono fatalista acaba agotando ante la falta de contrastes y la escasa emoción e interés que transmite el omnipresente protagonista. Algunas escenas están bien rodadas y las interpretaciones son convincentes, pero todo transcurre con un tempo excesivamente lento. En realidad hay poco que contemplar: un ser humano determinado, que tiene sacado billete de ida y vuelta en un viaje que va de la infelicidad presente a la decepción del futuro.

Lo mejor: Algunos aciertos en la puesta en escena.

Lo peor: Lo indiferente que te deja.

Sinopsis

Dos cosas cambiarán para siempre la vida de Blanquito, un hombre de 30 años que continúa viviendo con su madre en El Matal, un humilde pueblo de pescadores en la costa norte de Ecuador. Por un lado, se trata de la aparición en la orilla de la playa de cajas de madera llenas de cocaína y por otro de la llegada al lugar de Lorna, una bella mujer colombiana que se ha instalado en la casa más lujosa del pueblo.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Daniel Andrade
  • Montaje: Sebastián Cordero, Santiago Oviedo
  • Música: Sergio Mejía, La33
  • Duración: 100 min.
  • Público adecuado: +18 años (XDV-)
  • Distribuidora: Alta
  • Ecuador, 2011
  • Estreno: 8.2.2012
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