Planes para mañana

Planes para mañana: Un jueves 14 de noviembre

Inés, de 39 años, vive con su novio; se ha quedado embarazada y no tiene apoyos para seguir adelante. Antonia lleva una vida familiar feliz junto a su marido y su hijo, ya fuera de la adolescencia, pero de repente aparece su amor de años atrás. Y Marian vive con su hija; está separada de su marido por malos tratos, aunque él no acepta la separación.

Juana Macías, conocida cortometrajista (Goya al mejor cortometraje en 2000 por Siete cafés por semana), escribe y dirige su primer largo, estrenándose con un guión sobre mujeres ante dilemas. Las tres historias giran en torno a decisiones que deben tomar mujeres maduras, después de años de vivencias. A ellas se une la hija de Marian, Mónica, que también escogerá su camino.

Cuatro historias de vidas cruzadas que recuerdan a Crash (Paul Haggis, 2004) y aún más a Amores perros (González Iñárritu, 2000), aunque por tono y atmósfera se trate de otro tipo de película.

Macías plantea las cuestiones con cierto interés y propicia la reflexión. Expone los temas con honestidad y plasma actitudes cotidianas de egoísmos, inmadureces tardías, irreflexión, soledad, miedo… todas cuestiones que pueden propiciar cambios de rumbo. Y de fondo, la creencia radical de la realizadora de que lo más importante es que la mujer actúe. Las decisiones serán mejores o peores, pero serán. Quizá se le puede criticar un tono, en este sentido, excesivamente radical y catastrofista.

El nivel interpretativo, con una destacada y debutante Aura Garrido (premiada en Málaga) es estupendo. Hay buena música y un montaje que juega con ralentizaciones, desenfoques y estratificación de planos. Si a eso le unimos un rodaje con cámara al hombro, muy pegada a las caras de los personajes con el objetivo de introducirnos mejor en el mundo de los sentimientos y vivencias, el resultado es ágil, aunque a algunos les puede parecer también algo cansino. Planes para mañana también ganó los premios a la dirección y al primer guión.

▲ Buen nivel interpretativo.

▼ Un tono algo radical en las historias.